La famosa coordinadora del NO se encuentra ahora en el poder, y parece que eso puede marcar la diferencia en las obras que se deben afrontar para adecuar a la normativa europea los túneles de Almándoz y de Velate.
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La normativa europea de 2004 pone como plazo límite el 2019 para adecuar a los nuevos estándares de seguridad todos los túneles de la red transeuropea de carreteras cuya longitud supere los 500 metros. Es evidentemente el caso de los túneles de Velate y Almándoz.
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De cara a la resolución del problema con los túneles y su adecuación a la normativa europea, Ayerdi ha señalado que los técnicos de Obras Públicas han valorado tres opciones. La primera desdoblar completamente los túneles, con un coste de 105 millones de euros. La segunda construir una galería de evacuación paralela a uno de los túneles con un tamaño tal (sección de 70 metros cuadrados) que, posteriormente, permita su transformación en un túnel, con un coste de 106 millones a lo largo de dos fases, de 68 millones de coste la primera y 38 millones de euros la segunda. La tercera opción sería construir sendas galerías de evacuación (inicialmente con una sección de sólo 26 metros cuadrados) que más tarde se transformasen en túneles, con un coste total de 122 millones. En ninguno de los tres casos, se asegura, sería necesario volver a cerrar los túneles, salvo cierres puntuales. La opción recomendada por los técnicos sería la segunda, la galería de evacuación de gran tamaño fácilmente reconvertible en túnel. Cualquiera de las opciones que concluya en un desdoblamiento, sin embargo, aboca a un período de obras de al menos dos años.
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Sin túneles de entre mediados de mayo hasta principios de diciembre
Al margen de todo lo anterior, pero relacionado con ello, los túneles precisan de una serie de medidas que incluyen la construcción de dos nuevos apartaderos en el túnel de Velate, la instalación de un sistema de drenaje para evacuación de líquidos tóxicos e inflamables y la colocación de sistemas de cableado resistentes al fuego. Aunque de menor envergadura, estas son las obras más traumáticas y que van a requerir el desvío del tráfico por la vieja carretera del puerto, ya que la futura construcción del segundo túnel sí se podrá realizar de forma paralela, pero no así las obras que requiere ahora el túnel existente.
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De algún modo no resulta extraño que si la UE aprobó en 2004 una normativa que tendría que cumplirse en 2019, estemos esperando a última hora para cumplir los plazos. De hecho no parece que vayamos a cumplirlos. Hasta 2007 el plazo parecía tan lejano que no merecía la pena apresurarse. Después llegó la crisis. Y aquí tenemos al cuatripartito, bendecido desde 2015 con el gobierno y una fase económica internacional de expansión, dejando a su vez las cosas para el último momento. De hecho el problema no parece tanto si se apuesta por la opción 1 o la 2, ya que tienen un coste similar y ambas acaban en el desdoblamiento del túnel actual, sino cuándo empezamos a cavar. Incluso al margen de esas obras, sólo para el parcheo de los túneles existentes, de 7 meses infernales no parece ya que nadie nos pueda librar. Ayerdi ha indicado que el cierre de los túneles a partir de mayo supondrá que el tráfico por la vieja carretera del puerto “pasará de 100 vehículos al día a no sabemos qué va a pasar». Saberlo puede que no, pero temerlo desde luego que sí. Si habláramos del sistema circulatorio del cuerpo humano en vez de una carretera, el término que buscaba Ayerdi sería el de “infarto”.
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Un comentario
Para paliar las incomodidades de los conductores de tener que circular por Velate durante tantos meses, propongo que se coloque una máquina de Davalor en la cima del puerto que haga una revisión completa y gratuita a todo el que pase.