Huelga de juguetes

Alberto Garzón, el paradójico ministro comunista de Consumo, no ceja en su empeño de convencer a toda España de la absoluta inutilidad de los 60 millones de euros de presupuesto de su cartera. En esta exitosa carrera Garzón convocó ayer una huelga de juguetes contra el sexismo. En el imaginario ministerial los juguetes se rebelan contra la imposición de tener que jugar con José pero no poder jugar con Josefina, reivindicando la igualdad.

x

x

Como poco podrían extraerse tres conclusiones de esta extravagante convocatoria ministerial.

X

En primer lugar que más valdría gastarse 2 millones de euros en unas vacaciones pagadas de 365 días para Garzón. Nos ahorraríamos 58 millones de euros.

X

En segundo lugar que esta forma de hacer propaganda asume que somos lo que la propaganda hace de nosotros. Que la gente no piensa por sí misma. Que el gobierno no ya ilumina el pensamiento de la gente, sino que lo determina. O se cree en la libertad o se cree en la propaganda. Los gobiernos volcados en la propaganda, como este, toman a los votantes por ganado bovino que necesita ser pastoreado. La propaganda gubernamental son los silbidos del pastor.

X

X

En tercer lugar y sobre todo, la campaña del ministerio parte de la premisa de que los niños y las niñas no pueden tener gustos distintos. ¿Por qué se asume que un niño que juega con un balón es un niño que no ha podido elegir jugar con una muñeca? ¿Y si el niño al que se le regala una muñeca y un balón prefiere el balón? ¿Por qué el ministerio asume que las niñas prefieren muñecas porque se les regalan muñecas y no que se les regalan muñecas porque prefieren muñecas? ¿Qué hacemos con el niño al que le regalamos un arco y una muñeca y usa la muñeca como blanco? ¿Hay que regalarles a los niños lo que piden los niños o, como los niños no son de los padres sino del gobierno, hay que regalarles lo que diga el Ministerio por las fiestas del solsticio?

X

X

Como hipótesis para esta Navidad quizá sería recomendable regalar a Pepito lo que le guste a Pepito. Mala suerte para el juguete si lo que le gusta a Pepito no le gusta a Juanito. O a Pepita. El juguete de Pepito no tiene por qué gustarle al 100% de los niños sino solo a Pepito. Y Pepito no tiene que ser igual que el resto de los niños ni que Albertito. Comunismo o libertad. Ya hasta la Carta a los Reyes Magos en vez de escribirla Pepito con lo que quiere Pepito se la tiene que escribir el ministro con lo que quiere el ministro, para que Pepito vaya aprendiendo cómo funciona esto del socialismo.

X

Compartir este artículo

Un comentario

  • Navarra Confidencial no se responsabiliza ni comparte necesariamente las ideas o manifestaciones depositadas en las opiniones por sus lectores. Cada usuario es único responsable de sus comentarios
  • Los comentarios serán bienvenidos mientras no atenten contra el derecho al honor e intimidad de terceros, puedan resultar injuriosos o calumniadores ,infrinjan cualquier normativa o derecho de terceros , empresa, institución o colectivo, revelen información privada de los mismos, incluyan publicidad comercial o autopromoción y contengan contenidos de mal gusto.
  • Se procurará evitar en lo posible los comentarios no acordes a la temática publicada
  • Navarra Confidencial se reserva el derecho de eliminarlos

Información sobre protección de datos

  • Responsable: Navarra Confidencial
  • Fin del tratamiento: Controlar el spam, gestión de comentarios
  • Legitimación: Tu consentimiento
  • Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
  • Derechos: Acceso, rectificación, portabilidad, olvido.
  • Contacto: info@navarraconfidencial.com.
Logo_Positivo.webp
Logo_Positivo.webp

Suscríbete a nuestro boletín