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Si consultamos la web del INE, claramente se comprueba que en la provincia de Barcelona, por poner un ejemplo, los apellidos más comunes son García, Martínez, López, Sánchez, Rodríguez, Fernández, Pérez… Hay 135.785 habitantes de la provincia de Barcelona que tienen como primer apellido García, y 139.011 que lo tienen como segundo. Así podríamos ir apellido por apellido para concluir que España es algo más que una gran nación, es una gran familia. No diremos que sólo el apellido hace o explica la nación, pero uno no puede decir que es independentista por defender su identidad, su cultura, sus raíces y sus orígenes cuando todo ello, o buena parte de ello, subraya precisamente que somos una hermandad,
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Un hermano le puede pedir a otro que no se meta en sus cuentas, en sus cosas, en su matrimonio, en su trabajo, en su religión, que le deje gestionarse y vivir su vida a su manera… y todo ello es razonable, pero no puede negar que es hermano. Ese es el ámbito real en toda esta discusión. Podemos discutir sobre todo esto. Que somos una familia, en cambio, no puede ser el resultado de un referéndum. El resultado podría ser que sí o que no, pero no dejaríamos de estar emparentados a causa de un referéndum que dijera lo contrario. Que somos una gran familia es un hecho, taparse los ojos o renegar de ello no altera esa realidad. Puedes dejar de hablar a tus hermanos, puedes quemar el libro de familia, puedes hasta matar a tus hermanos, pero no puedes hacer que dejen de ser tus hermanos. La realidad no cambiará porque un referéndum diga que somos extraños, que no tenemos nada que ver y que no estamos relacionados, porque no es cierto. El Sol siempre saldrá por el Este aunque en un referéndum se vote lo contrario y aunque existiera una mayoría que lo pensara, que seguramente no es el caso. Esto es importante porque el referéndum se basa precisamente en que hay una raya que nos separa totalmente, que nos hace extraños unos a otros, que como no tenemos nada que ver y pertenecemos a familias distintas tenemos que votar por separado. Ni siquiera es que en el referéndum, que ya era absurdo, se vote si somos o no familia, cosa que no puede negar un referéndum, sino que el referéndum parte de la premisa de que como no somos familia y no tenemos nada que ver eso precisamente, antes siquiera que el referéndum lo determine, legitima el referéndum.
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El hecho objetivo nos guste o no es que somos hermanos y el hecho objetivo, nos guste o no, es también que estamos enfrentados. Pero no somos extraños enfrentados, somos hermanos enfrentados. Y entre los propios catalanes también son hermanos enfrentados. Lo absurdo es que la base del enfrentamiento consiste en pretender que no somos hermanos, que es sobre lo único en lo que no puede haber enfrentamiento porque es un hecho. Todo esto es triste y un sinsentido. No sabemos lo que pasará el domingo, ni lo que sucederá después el lunes, o el martes, o el año que viene, pero pase lo que pase seguiremos siendo hermanos. No somos anticatalanes porque, si somos una gran familia, ser anticatalán es ser anti uno mismo. Y porque esa parte de la familia que vive en Cataluña ella misma está dividida. Nos negamos a odiar a una parte de nuestra familia. No queremos que una parte de la familia que vive en Cataluña se sienta odiada por el resto de la familia. Nada de esto tiene sentido. Algunos quieren convencernos o convencerse de que odiamos a Cataluña pero no es cierto, queremos a Cataluña. Y nos queremos porque somos hermanos, aunque no sólo, y no sólo somos hermanos porque nos queremos. No tenemos bola de cristal. No sabemos lo que pasará el domingo. Sabemos que no odiamos a Cataluña ni a los catalanes, sino todo lo contrario. Y queremos que esto acabe del mejor modo. Sin violencia. Sin odio.
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2 respuestas
Yo juro que el rufián, el reTardàdo, y el bizco masónico, NO son de.mi familia. Solemos respetar al género humano,,,
Me temo que todo esto no acabará pacificamente. Y la ausencia de odio no se da cuando una parte muy importante de la sociedad catalana ha sido adoctrinada en el odio a España y al resto de españoles durante mas de treinta años y sigue..Se ha abierto un barranco profundo entre el secesionismo traidor,llorón, felón y que desde instituciones han hecho gala del engaño y lo que consideran gran astucia contra el Estado y contra España. y los no separatistas y el resto de españoles.
Sencillamente, es un paso más en la gran traición de la secesión , por mucho que se quiera paliar desde los equidistantes y los ultras,por supuesto de izquierda, con apelaciones al dialogo.¿ que dialogo? Dialogo: Si : El de una reforma del estatuto : educacion bajo control del Estado con enseñanza tambien en español, seguridad:mozos a los mismos niveles que cuando Aznar se reunió con Pujol y siempre bajo las ordenes del gobierno central, Y que sirva de aviso a navegantes o a aquellos que quieran seguir los mismos pasos. Buena cosa será tomar nota de quienes han estado en definitiva con los secesionistas , incluso aquellos que quieren gobernar el estado.No se con que fronteras y si quieren solo circunscribirse a aledaños vallecanos. Y habrá que tomar nota respecto a los separatistas que nos quieren llevar y nos llevan al desastre. Seamos condescendientes con ellos como quieren algunos y nos sucidamos como nación unida y soberana.