Este extraño Año del Señor de 2021 comenzó con un suceso imprevisible y desafiante, y no hablamos de nada relacionado con el coronavirus sino con el frío. Tras años y años de machaque discursivo respecto al calentamiento global, el mes de enero, por obra y gracia de la borrasca “Filomena”, dejaba en España las temperaturas más bajas jamás registradas en su historia. No es que lo sucedido resultara poco previsible a la vista del discurso que llevamos escuchando hace más de una década, sino que acaso habría que preguntarse si resulta compatible. Una teoría es cierta cuando predice lo que sucede y los hechos no la contradicen. Aunque actualmente el gobierno y los medios determinan los hechos, lo que dificulta bastante cuestionar las teorías del gobierno. Como poco y sin prejuzgar la respuesta sería absurdo no hacerse ninguna pregunta al respecto.
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La noticia unos meses después, por el contrario, es que un observatorio situado en las islas Hawái ha registrado la mayor concentración de CO2 en la atmósfera desde la revolución industrial: 421 partes de CO2 por millón.
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El caso es que se nos ha ocurrido pensar cuánto ocupan en la atmósfera 400 partes por millón de CO2 para hacernos una idea mejor de la situación. En realidad no se trata de un desafío excesivamente complicado, bastando con crear una imagen de 1.000 x 1.000 píxels (un millón de píxels) y colorear en ella otra imagen de 20×20 píxels (400 píxels) de superficie. Este es el resultado.
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Ignoramos si visualizar de este modo la presencia de CO2 en la atmósfera tranquiliza o desasosiega, pero en todo caso para poder extraer alguna conclusión se impone una comparativa. Siguiendo los mismos pasos hemos elaborado este otro gráfico en el que se refleja la presencia de CO2 en la atmósfera antes de la era industrial. O sea, siempre ha habido CO2 en la atmósfera, de hecho en la época jurásica y por obra y gracia de la actividad volcánica se calcula entonces una presencia de CO2 de 2.000 partes por millón, pero lo que seguramente nos interesa ahora mismo es comparar la presencia de CO2 en la actualidad con la presencia de CO2 en la época preindustrial; es decir, cuando el nivel de CO2 era de 300 partes por millón. Pues bien, esta es la imagen y esta la proporción.
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Para ser lo más honestos posibles, les vamos a ofrecer a continuación las dos imágenes una al lado de la otra, la de la era preindustrial con 300ppm y la del momento actual con 400ppm. Hemos re-escalado las imágenes pero por supuesto manteniendo la proporción.
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A la vista de lo anterior la pregunta es si hemos alterado tan sustancial y dramáticamente la composición de la atmósfera o no. ¿Hay que fijarse mucho para notar la diferencia o les resulta evidente y abrumadora? ¿Cómo de pequeño o de grande tiene que ser un cambio para para que tenga grandes efectos? En todo caso les ofrecemos la información de una forma un poco diferente y dejamos las preguntas en el aire para que las contesten ustedes mismos. En los tiempos que corren ya sólo eso resulta de lo más subversivo.
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