La noticia se inscribe dentro de las compraventas de similar naturaleza a las que últimamente estamos asistiendo en Pamplona. También recientemente, por ejemplo, la CAN se hizo con el antiguo convento de las Salesas.
Parece por otra parte esta adquisición un nuevo síntoma del signo de los tiempos, más espacio dedicado al dinero y menos al espíritu, permanente crecimiento y expansión de la cosa pública, que constantemente exige más espacio, más funcionarios… y más presupuesto.