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El artículo publicado por el Diario de Noticias destaca primero por sus firmantes: Isabel Arboniés, Fernando Atxa, Helena Berruezo, Iñaki Cabasés, José Luis Campo, Reyes Cortaire, Ioseba Eceolaza, Miguel Izu, Guillermo Múgica, Iosu Ostériz y Patxi Zabaleta.
Tratándose de políticos bien conocidos, nosponemos otra vez en la pista de que el debate sobre la implantación de una facultad de Medicina en la UPNA, más que en el terreno de la Medicina, hunde sus raíces en el terreno de la política.
Por lo demás, el conjunto de los firmantes compone el llamado “Foro Iruña”, célebre por otros artículos en el pasado como “Impulsemos el proceso de paz” (octubre de 2006), o “Seguimos apostando por la paz y el diálogo” (enero de 2007, tras el atentado de ETA en Barajas).
Otro detalle interesante del artículo es que en él no aparece un solo número.
Lo que sí aparece es la razón final por la que, a juicio de los firmantes, debería implantarse una facultad de Medicina en la UPNA: “para que no haya cortapisas de ningún tipo a la hora de investigar, ni de carácter ideológico cuando se investiga con células madre, parkinson, etcétera”.
Interesa a este respecto recordar algunas noticias recientes aunque, lógicamente, anteriores a este artículo.
El Senado aprueba por unanimidad primar las células madre adultas en la investigación biomédica.
En una decisión unánime, adoptada la semana pasada, el Senado aprobó una iniciativa para priorizar la investigación con células madre adultas o provenientes del cordón umbilical y del líquido amniótico. Según explicó el portavoz de Ciencia y Tecnología del PP al presentar esta iniciativa, “se ha confirmado, tras 1.760 ensayos científicos en todo el mundo, que las células madre adultas -así como las procedentes del líquido amniótico y del cordón umbilical- son las únicas con las que se han conseguido resultados de utilidad clínica para curar enfermedades, sin riesgo de generar tumores y sin plantear problemas éticos”.
Esta noticia abunda en otra anterior, también reciente:
Producen células madre embrionarias humanas a partir de células de la piel.
Dos equipos científicos en paralelo, dirigidos por dos de los principales expertos internacionales en células madre (James Thomson y Shinya Yamanaka), produjeron en noviembre del 2007 células madre a partir de células adultas. Los resultados se consideraron un gran paso adelante para la investigación con células madre ya que permitían superar los condicionantes éticos y conseguir células madre que no procedieran de embriones humanos.
Este adelanto zanja el falso dilema de destruir embriones para curar enfermos. Por no mencionar la mitología en torno a las células madre embrionarias como remedio para todos nuestros males, lo que –en virtud del viejo principio de que el fin justifica los medios- se ha utilizado a destajo para aplastar cualquier objeción moral a la destrucción de embriones humanos.
Seiscientos a cero: el fraude de la investigación con células madre embrionarias.
La destrucción de embriones iba a ser la solución del siglo XXI a todas las enfermedades del ser humano. Natalia López Moratalla, catedrática de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Navarra, ha puesto número a este fraude mediante el recuento actual de protocolos terapeúticos: “hay ya cerca de 600 protocolos que utilizan células madre adultas, y no se ha presentado ninguno con células de origen embrionario”.
Parece deducirse de todo lo anterior que acaso el Foro de Iruña maneja todavía datos poco actualizados si no claramente desfasados.
Puesto que ya no es necesario por tanto utilizar millones y millones de euros del contribuyente navarro sólo para destruir algunos embriones, para discutir el resto de cuestiones les remitimos a alguno de nuestros anteriores artículos:
Los costes de una facultad de medicina en la UPNA resultarían astronómicos.
