No pretende ser ni mucho menos una lista exhaustiva, sin embargo sólo la supresión de todos estos gastos supondrían para los navarros el ahorro de 62 millones de euros. Hablamos de supresión porque el recorte implica el mantenimiento de una estructura de gasto y porque lo que es inútil, más que recortarlo, hay que eliminarlo. La ecuación es sencilla: no tenemos dinero, no es esencial, luego suprimimos el gasto. Otra cosa es poner en peligro lo que sí resulta esencial y salir luego a suplicar rescates, a lamentarnos, a manifestarnos y a asaltar supermercados.
Planetario: 500.000 euros
Defensor del pueblo: 822.000 euros
Vuelta ciclista: 1,2 millones
Escuela Navarra de Teatro: 273.000 euros
Instituto Navarro de la Juventud: 4 millones de euros
Navarra Televisión: 2 millones
Osasuna: 1,4 millones
Subvenciones para las eficaces políticas de empleo a CEN, UGT y CCOO: 21,2 millones euros
Promoción del deporte y la actividad física: 28,4 millones
Instituto Navarro del Vascuence: 2,3 millones
Transferencias a entidades locales para impulso de políticas de igualdad: 700.000 euros
Transferencias para planes de igualdad en organizaciones: 150.000 euros
Transferencias a asociaciones de mujeres y otras entidades: 150.000 euros
Policía Foral: 54 millones
Todo lo anterior supone un desembolso para las arcas públicas de 62 millones de euros. Su supresión no implicaría la desaparición de ningún servicio público esencial. La lista incluye gastos superfluos, redundantes o directamente prescindibles sin ninguna afectación práctica a la vida ciudadana. También incluye actividades o servicios que, de existir demanda suficiente, debería ofrecer el sector privado, o que no siendo servicios esenciales tampoco debería ofrecer el sector público a costa de todos ante una demanda social insignificante. La igualdad ya la garantizan las leyes y los tribunales (o bien no hay manera de garantizarlas desde la administración) y el resto es un gasto dedicado a mantener una burocracia creciente y superflua.
La lista contempla los 54 millones de euros que, aparte de los 62 mencionados, nos cuesta a los navarros la Policía Foral. La policía es un servicio público esencial. Que la policía sea foral, en cambio, no es esencial. La diferencia es que un policía foral resulta mucho más caro que un guardia civil o un policía nacional. Seguramente no se trata ya de disolver la Policía Foral, sí se trata quizá en cambio de que sirva para el futuro como ejemplo de gasto importante en el que nos metemos en un momento dado y del que no podemos salirnos cuando las cosas se tuercen en el futuro. El AVE a Castejón (quién sabe si algún día más lejos) es otro gasto cuestionable en este momento de emergencia foral y nacional que, sólo por citarlo, nos cuesta adelantar otros 134 millones de euros que no tenemos. ¿Que le parece discutible esta lista? Sin duda, pero ya es un adelanto que estemos discutiendo y, o tiene otra lista o explica de dónde sacar un montón de dinero que no tenemos.
El tabú de las reformas
Frente a los recortes, una posibilidad sobre la que apenas se está avanzando es la de las reformas. Según los datos de CECE, el coste por alumno en España de la educación pública es de 6.567 euros. Por contra, el coste por alumno en la educación concertada es de 2.771 euros. En el caso concreto de Navarra, el coste de una plaza pública es de 8.481 euros frente a los 3.487 euros de una plaza concertada. Por si fuera poco, resulta que los colegios concertados tienen mejores resultados. Si el 100% de los colegios fueran concertados, Navarra ahorraría anualmente 335 millones de euros. No sólo es que el 100% de los chavales estarían escolarizados por mucho menos dinero, sino que además tendrían mejores resultados y serían menos manipulables por el gobierno. Existe por tanto un camino alternativo a los recortes sin suprimir servicios ni disminuir su calidad. El problema es cuando no nos atrevemos a recortar, mucho menos a reformar, pero tampoco tenemos dinero para mantener todas las cosas y además todas tal y como están. Entonces sólo nos queda el rescate, si nos lo quieren dar y en las condiciones en las que nos lo quieran dar.
19 respuestas
Lo que me hace mucha gracia es la visión economicista que se tiene a veces de la política…. Si hay un instituto del Vascuence, es porque los ciudadanos lo quieren. Porque hay gente que quiere vivir en Euskera (y no dejan de hablar castellano, y entonces son bilingues, pero entonces oh! vienen los monolingües y te dicen que eres culturalmente limitado…). Una comunidad autónoma NO es una empresa.
Si lo fuera, gravaría de verdad donde podría. Por ejemplo, no dejando que una empresa extranjera, la Iglesia Católica, inscriba a su nombre bienes que son públicos.
Aaah no, pero no es lo mismo.
Nunca dejará de sorprenderme la manía que tenemos en Navarra al Euskera, nuestro idioma…
Esa manía Lope, es merecida. Nos bombardean los batasunos con el Euskera como arma arrojadiza.
Por cierto. Que raro que no tengamos un instituto de la lengua de Sakespeare. Muchos Navarros lo pedimos. Mas Navarros de los que piden el del Euskera.
Galtza:
Pero es que Vecino de Uxue está hablando de un video promocional elaborado por la propia organización del evento. Supongo que si lo comparas con esas banderas que hay cada domingo de futbol en el Sadar/Reyno, es porque tienes algún video oficial de la organización de ese evento (Osasuna) en el que le dan cancha a “semejantes energúmenos”.
Puedes colgar aquí el enlace? Si no está disponible en internete nos puedes decir dónde lo podemos conseguir?
Gracias
Bueno, lo de la manía es cuestión de opiniones: mucha gente pide tener derecho a vivir en euskera, derecho que se les niega.
Lo del instituto de la lengua de Shakespeare es un argumento sencillamente patético. Primero porque el inglés no es un idioma navarro, a diferencia del Euskera.
Y segundo, porque de aprender 2 idiomas es más fácil aprender un tercero. Un euskaldun está más cerca (y le es más fácil) aprender inglés o francés que un monolingue castellano.
Mientras nosotros perdemos el tiempo en chorradas y en debates de acomplejados, en Euskadi todos aprenden euskera e inglés.
Por último, si fomentar la igualdad entre hombres y mujeres es despilfarrar, apaga y vámonos..