¿A qué viene este titular, se preguntarán ustedes con buen criterio? Pues bien, el punto de conexión con la actualidad es la noticia de que Disney, para sus futuras películas, anuncia que el 50% de los personajes serán LGBT.
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#DisneyPlus anuncia que desde finales del 2022 el 50% de los futuros personajes de sus nuevas producciones serán de la comunidad LGBTQ+. pic.twitter.com/TjH1D11TK5
— Disney+ LATAM (@mydisneylatino) April 16, 2022
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Frente a tamaña declaración de intenciones, la primera cuestión sería preguntarse cuál es la edad de los principales consumidores de Disney. O sea, nos enfrentamos a una política de empresa cuyos principales destinatarios son niños pequeños.
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En segundo lugar, cabría preguntarse cuál es el porcentaje de LGBT en la sociedad. Seguro que no es el 50%. Entonces, ¿cuál es el sentido de sobre-representar de una forma tan brutal el porcentaje LGBT en los productos de Disney? Si mezclamos esta cuestión con la anterior, ¿acaso se trata de inducir a los niños hacia la homosexualidad? ¿Por qué?
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En tercer lugar, tendríamos que plantearnos qué hacemos con los adolescentes que, pese a toda la inducción durante su infancia hacia la homosexualidad, sean no obstante heterosexuales. ¿Se les va a estigmatizar? ¿Se les van a ofrecer terapias de conversión y electroshocks? ¿A cuantos niños se les va a llevar en el futuro a un estado de confusión o de trauma por todo este tipo de experimentos?
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En cuarto lugar, ¿habrá villanos homosexuales? Es decir, cuando se anuncia que el 50% de los personajes serán LGBT, ¿significa que también el 50% de los villanos serán gays? ¿O el 100% de los héroes serán gays y el 100% de los villanos serán heteros? ¿Cómo se llegará a ese 50%? ¿Habrá villanos gays? ¿Será eso homofobia?
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En quinto lugar, ¿cuál es el porcentaje correcto de homosexuales? Es decir, ¿por qué el 50%? Si en las películas hay un 50% de homosexuales, ¿es porque se piensa que en la sociedad debe de haber un 50% de homosexuales? ¿Y por qué esto debe ser así? ¿Por qué ese porcentaje es más correcto que el 1% o que el 99%? ¿Y eso lo decide Disney? ¿Qué hacemos con los 49 de los 50 niños de un grupo de 100 que no quieran ser homosexuales? ¿Los ingresamos en un campo de reeducación sexual?
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En sexto lugar, ¿qué porcentaje hay que ser para merecer respeto? Alguien dirá que todo esto va de respetar a los gays pero, ¿acaso es que sólo se puede respetar a los colectivos que alcancen el 50% de la población? Y si llegara a haber un 50% de homosexuales en la sociedad, ¿qué haría Disney? ¿Mantendría el porcentaje LGBT en el 50% de sus productos o lo subiría al 75%? ¿Qué es lo que se pretende al final y por qué? ¿Por qué hay que predicar la homosexualidad en vez del respeto?
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En séptimo lugar, resulta curioso comprobar que un intento como este de moldear a los seres humanos de la sociedad futura no parte de un partido revolucionario de extrema izquierda, sino de una empresa multinacional. No sólo parece que caminamos hacia una sociedad futura elejebeté normativa, sino hacia una sociedad totalmente distinta a la sociedad actual, cuyo cambio haya sido decidido no por la gente, sino por unas élites empresariales. El peligro no es que haya tanta gente partidaria de abolir la heterosexualidad que algún día llegue al poder. En el poder parece que ya están los partidarios de anormalizar la heterosexualidad, en lo que estamos es en conseguir que todo el mundo llegue a pensar como esa élite que manda. Esto no es una revolución de abajo hacia arriba, sino ingeniería social de arriba hacia abajo.
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Otra cuestión planteable, y van ocho, es que desde luego una de las consecuencias de homosexualizar a la población es que las posibilidades de tener pareja bajan. Es decir, tomemos un grupo de 100 personas, 50 hombres y 50 mujeres, de los que 25 hombres son gays y 25 mujeres son lesbianas. Si todos fueran heterosexuales, el target de cada grupo sería otro grupo de 50 personas, si la mitad son homosexuales el target se reduce a 25. La mitad de las personas del otro sexo dejan de ser objetivo. Y por supuesto tú dejas de ser objetivo siquiera potencial para la mitad de las personas del otro sexo. No digamos el problema de ser gay siendo el 1%, pongamos por caso. Avanzar hacia una sociedad con un 50% de homosexuales dificulta seriamente las posibilidades y las opciones para emparejarse salvo para los homosexuales actuales, cosa en la que los entusiastas de Disney tal vez no hayan pensado. ¿O sí lo habrá pensado la propia Disney?
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En noveno y penúltimo lugar, ¿se puede educar en la homosexualidad? ¿Se puede decidir ser o no ser homosexual? El movimiento de Disney parece indicar que sí, o que eso piensan los que diseñan nuestra futura sociedad. De nada sirve crear sociedades imaginarias en las que un 50% es LGTB si el número de LGBT viene marcado por la biología y es, imaginemos un 1%. Entonces, ¿la homosexualidad es elegible y hay que elegirla? Si fuera elegible, ¿la homosexualidad sería la opción más lógica?
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En décimo lugar, abundando en la lógica o la ilógica de una homosexualidad elegible y predominante, objetivamente ser gay es una putada. Además de dificultar las posibilidades y las opciones de emparejarse, en una sociedad de un 50% de gays también se complicaría mucho la reproducción y el mantenimiento de esa sociedad, por no decir de la especie. ¿Se quiere reducir deliberadamente el numero de seres humanos? ¿Se pretende difundir la homosexualidad (incluso la bisexualidad) como un método anticonceptivo? ¿La heterosexualidad es ecoinsostenible o a la inversa? ¿Cuántas especies homosexuales han sobrevivido a la evolución? Si hubo alguna, ¿dónde está? ¿Dónde va a parar todo esto? De ese grupo de 100 en el que 50 serán hombres y 25 de ellos homosexuales, ¿cómo harán para tener hijos? ¿Convertirán en vientres de alquiler a todas las lesbianas del grupo de mujeres? ¿Quiere acabar Disney con sus futuros espectadores? ¿Qué mundo pretende Disney para nuestros hijos? Por supuesto existe una alternativa sencilla a todos estos interrogantes y todas estas consideraciones que podríamos enunciar de forma resumida con dos palabras: fuck Disney!
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2 respuestas
Disney se ha subido al carro del suicidio social. En otros tiempos la gente luchaba por defender el mismo de vida de los suyos. Hoy nos tratan de convencer de que desaparezcamos. Hace falta ser desgraciado para dejarse convencer de ello.
hay que resucitar el chiquitismo (el de chiquito de la calzada) porque tenia mucha gracia contando chistes sobre este tema.