Por ello, suponiendo una intencionalidad a las palabras de Blanco, una interpretación posible sería que, tras comprobar que el sector lizarbista no pretende realmente enfrentarse a Ferraz, y considerando minoritario el apoyo a la actual ejecutiva, se esté dando ya a Chivite por amortizado, o al menos se haya decidido poner otra vela a Lizarbe por si acaso. Se rechazó, sin embargo, una propuesta de resolución de este sector en la que se pedía la salida de la actual directiva y se tildaba de error el veto de la Ejecutiva Federal, aunque Blanco accedió a estudiar el documento. El sector crítico de la Ribera, sin embargo, sería visto como un grupo rupturista, exaltado y poco representativo de cuyos seguidores se podría prescindir.
Blanco también hizo referencias a Nafarroa Bai, cuestionándose su pervivencia como coalición, la postura de sus respectivos integrantes respecto al anunciado referendum de Ibarreche, y criticando que concejales de Nafarroa Bai y ANV pidieran la liberación de Otegui al unísino.