Cuando Syriza ganó las elecciones en Grecia, malignamente llegamos a la conclusión de que era una buena noticia para España. De esa manera se podría ver en poco tiempo que:
a) El Podemos griego era incapaz de llevar sus ideas a la práctica. b) Si las llevaba, se vería que constituían un fracaso absoluto.
Todo lo cual era una magnífica oportunidad para que los españoles escarmentáramos en cabeza ajena por una vez en la vida.
Pues bien, ocho meses después ya hemos visto lo que ha pasado en Grecia.
El Pablo Iglesias griego ha llevado al país al colapso político y económico, se ha cargado la entonces incipiente recuperación económica, ha provocado un corralito y se ha tenido que comer con patatas el rescate y las condiciones de la troika. No por nada, sino porque salirse del euro, romper con la troika y rechazar el rescate era mucho peor todavía. Por poder, uno se puede salir del paraguas europeo y de los mercados en cualquier momento, el problema es cómo mantener y pagar las cosas el día después. Lo malo es que para que Tsipras viera la luz el precio ha pagar ha sido que los griegos hayan tenido que descender un par de peldaños más hacia el inframundo. Claro que eso también es un poco culpa de los griegos.
Hoy es también por tanto el día en que interesa recordar a todos esos partidos, como Podemos, Bildu o IU, que se apresuraron a declarar que Syriza era el espejo en el que ellos se veían reflejados. Pues bien, miren ustedes ahora la catástrofe, corralito incluido, que refleja el espejo. Y un corralito que, si se ha podido levantar, al final es gracias a la aceptación de ese rescate y esas condiciones que se iban a rechazar en nombre de los más sagrados principios y la dignidad universal.
Es como si Tsipras se hubiera tirado de un octavo piso con el mismo modelo de paracaídas que Podemos, Bildu e IU quieren que nos tiremos nosotros. Alguien podría pensar que viendo a Tsipras con todos los huesos partidos en el suelo habría que ser muy tonto para tirarse detrás de él con el mismo modelo de paracaídas. Pero no descartemos nada antes de saber lo que Wyoming, Sardá o el Follonero decidan que debemos pensar los españoles. Lo mismo la culpa del tortazo la tiene el suelo y no el paracaídas de progreso.
De hecho cualquiera sabe lo que votarán ahora los griegos. Igual gana una escisión radical de Syriza o el partido comunista estalinista (se autodefine así) que todavía existe a la izquierda de Syriza.
Pase lo que pase volveremos a pensar lo mismo que cuando ganó Syriza: a ver si así los españoles escarmentamos en cabeza ajena. Y, si es el caso, a ver otra vez desde qué piso se tiran los griegos.
4 respuestas
¿Y ahora qué va a proponer Syriza a los griegos?
Me temo que más chulería, más hundimiento de la economía, más demagogia y más nacionalismo chorra frente a Europa como si fueran un Amanecer Meado más. Igual van en coalición y todo: Schorizos Meados. Hala, ya tienen nombre.
El duro a cuatro pesetas de los políticos al uso ha sido mejorado por Iglesias y Chiripas: Ahora son a tres pesetas. Pensiones para todos, a partir de los 55, con vivienda gratis, gas a precios sociales, ADSL publico, nada de deshaucios, y todo por cuenta de don Amancio Ortega. Y lo grandes razonamientos de Monedero. Por una vez los españoles tenemos la posibilidad de escarmentar en cabeza ajena, al menos parcialmente (porque podemos ha entrado en gobiernos municipales y autonómicos)
Se trata de resistir.
Sigamos rezando.
Esto hay que interpretarlo como una jugada magistral de Tsipras para cargarse a los radicales y extremistas, que como en Navarra solo sirven para cacarear y obstaculizar todas las soluciones y/o mejoras.
Si, «magnífica jugada magistral de Tchiripas», en 6 meses ha hundido un 10% el PIB griego, y tras otro mes de callada negociación ha tenido que aceptar otro rescate más y en condiciones peores que las que tenía al principio, porque ya ni siquiera los chinos ni los rusos se fian de el.
Y antes de que la gente se de cuenta del «chollazo» podemita que les espera, convoca elecciones a ver si junto con Amanecer Meado se mantienen en el poder.