Hace poco más de 15 días, un concejal del PP fue expedientado por este partido al declarar que, en un país serio, Ada Colau estaría fregando suelos. Avalancha de insultos y descalificaciones sobre dos variantes: machismo y clasismo.
La historia se repite ahora con el escritor y académico de la Real Academia de la Lengua (española) Félix de Azúa.
Azúa declaró en una entrevista a la revista Tiempo que es «cosa de risa» que la ciudad de Barcelona tenga como alcaldesa a Ada Colau, «una mujer que debería estar sirviendo en un puesto de pescado».
La respuesta de Colau fue similar a la del concejal del PP: acusar de machista a Azúa, ir a hacerse una foto a un puesto de pescado con una pescatera y subirla a su cuenta de Twitter.
La reacción de Colau invita a preguntarse si no confirma lo declarado por Azúa, en el sentido de que es una persona sin formación ninguna, aunque inteligente, puede triunfar a golpe de truco mediático en una sociedad donde la demagogia sustituye a la formación, y donde las técnicas de venta de crecepelo se están aplicando en política hasta sus límites más extremos.
Colau acusa sistemáticamente de machista a quien la critica, ¿pero la ha criticado alguien por ser mujer? ¿O pretende en cambio que no se la pueda criticar por ser mujer?
Por lo que sí se le ha criticado es por carecer absolutamente de preparación y formación para ostentar el cargo que ocupa. ¿Es eso machismo? ¿Es eso clasismo? ¿Es clasismo decir que no hace falta la misma formación para ser pescatero que para ser cirujano? ¿Se subiría Colau a un avión a cuyos mandos estuviera la pescatera con la que se hizo la foto o sería una clasista que exigiría un piloto?
Reflexionábamos respecto al concejal del PP que un cirujano puede fregar suelos, pero el encargado de la limpieza es improbable que pueda operar a un paciente. La igualdad no es que el empleado de la limpieza se dedique a operar a la gente, sino que el voto del cirujano y el del empleado de la limpieza valgan lo mismo. Que el cirujano y el empleado de la limpieza tengan ambos trabajos dignísimos es una cosa, que ambos sepan lo mismo o tengan la misma cualificación para operar pacientes es otra cosa.
Llegados a este punto la pregunta lógica es por qué los españoles han llegado a la extraña conclusión de que para diseñar una casa o pilotar un avión hace falta una cualificación, pero para dirigir la cosa pública, un entramado de organismos en el que se gestionan miles de millones de euros, que además salen de su bolsillo, no hace falta en cambio ninguna cualificación.
La defensa de Colau choca además frontalmente con uno de los postulados principales del recetario progresista. ¿No insiste la izquierda constantemente en lo importante que es la educación? Entonces, ¿por qué para ser alcaldesa de Barcelona no hace falta ninguna formación? ¿En qué quedamos, es o no es importante la educación? Si ponemos a Belén Esteban a pilotar un avión o a presidir un país es probable que los resultados sean similares en ambos casos. Naturalmente la exigencia de una mínima formación para ostentar cargos públicos relevantes no sólo rige para Colau, pero obviamente también rige para Colau.
2 respuestas
El problema es que de repente todo el mundo se cuestiona la preparación de Ada Colau para ejercer el cargo, cuando no es la primera en una situación así. Es ahí donde está el machismo, por el hecho de ser mujer (y de izquierdas) todo el mundo se cuestiona su preparación. Hemos tenido muchísimos políticos sin una carrera que han ejercido cargos de similar responsabilidad y nadie ha dicho nada, pero en cuanto llega esta mujer al poder todo el mundo se echa las manos a la cabeza.
Algo les escuece. Ale, a aplicarse hemoal.
El redactor confunde también, parece que sin malicia, formación con formación académica reglada. No son lo mismo, ese matiz es muy importante, y personalmente Ada Colau me parece una de las personas con mejor formación y preparación para ejercer ese cargo,pese a que no tenga títulos.
Quepow, que ser mujer y de izquierda no lava los 7 pecados capitales, que no se puede colocar a tu pareja y a las parejas de tus concejales a cobrar una pasta en el Ayto que maldiriges, que has paralizados inversores favoreciendo a los que ya estaban instalados (ya veremos si con contraprestaciones de por medio), que confunde la política con la gestión y que sigue voceando todos los dias, cual pescatero o pescatera el precio de los jureles, y lo que toca ya es echar las redes y sacarlos del mar, como pescador o pescadora, que hay que gestionar y trabajar, no politiquear y afanar. Cada día tiene su afán, pero estos se han creído que todo es afanar y fanfarronear.
Pobre Barcelona, si ya estaba de bajada, ahora acelera su despeñamiento.