Una firma de capital riesgo es una entidad dedicada a captar fondos para invertirlos temporalmente en empresas no cotizadas, asumiendo la iliquidez de la compra y un riesgo considerable a cambio de rentabilidades elevadas. Cuando las inversiones adquieren el grado de madurez apropiado, las firmas de capital riesgo liquidan su participación mediante la salida a bolsa de la compañía, la venta de su participación a otra firma de capital riesgo o por cualquier otro medio. Otra forma más sencilla de decir lo mismo es que las firmas de capital riesgo se dedican a la especulación pura y dura, más allá de la opinión que tengamos de los especuladores puros y duros.
Fernando Puras metido a especulador internacional
La vocación capitalista tardía de Felipe González ha cuajado en un fondo llamado Tagua Capital, que cuenta entre sus socios con el propio Felipe González como presidente no ejecutivo, Amparo Moraleda, Emilio Ontiveros, Eduardo Díez-Hochleither, Ignacio López Gandásegui… y Fernando Puras. Sí, sí, nuestro Fernando Puras.
Tagua Capital prevé captar, según publica Expansión, entre 120 y 150 millones de euros en un primer fondo que invertirá en empresas innovadoras de España y Latinoamérica, fundamentalmente en Brasil y México.
Estamos seguros de que ahora que la élite socialista ha descubierto el potencial de la especulación internacional, en el futuro ya podremos hablar de la existencia especuladores internacionales malos (como los que tensan el diferencial de nuestra deuda porque incomperensiblemente desconfían de Zapatero) y especuladores buenos. Imaginamos que Fernando Puras será de los buenos.
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3 respuestas
Yo no sé si calificar el asunto de hipocresía, contradicción o tomadura de pelo. El caso es que hoy mismo en el diario “El País”, Felipe González arremete duramente contra lo que el llama “los especuladores”.
No hay más que ir a su columna en el periódico, hoy titulada “Davos y la política” para leer varias perlas contra la “especulación salvaje”. Claro que el defiende una especulación, buena, sana y aceptable: la suya. Y todo lo simplifica con la defensa de un impuesto internacional para gravar los movimientos o flujos de capital. Ni más ni menos que la famosa tasa de Tobin, ahora descubierta por Felipe González.
En fin, para que seguir. Ya tenemos especuladores buenos y malos. Lean el artículo del nuevo inversor bueno Felipe González.
Lo que no queda muy claro en la noticia es si ponen el nombre y la pasta o solo el nombre y las influencias, lo cual sería peor. Pero bueno, ya de este país no me sorprende nada. De los nombres que aparecen, alguno ilustre como Amparo Moraleda (no sé si sigue siendo presidenta de IBM o de Microsoft España pero lo ha sido, aunque no recuerdo de cuál de las dos) o Emilio Ontiveros asesor bien remunerado de la CAN, con independencia de que sea un buen profesional. Y el nombrecito se las trae, porque Tagua suena mucho a David Taguas, pero busquen en Google quien ha sido en el Gobierno de ZP y dónde está ahora. No es por hacerles perder el tiempo es por cansancio intelectual.
Bueno, yo no opino del caso.
Pero si invertir el dinero en empresas en desarrollo y arriesgarlo está bien, nos parecerá bien, lo haga quien lo haga. Como dice don Fernando, lo importante es si ponen el nombre y cobran una pasta o si ARRIESGAN su pasta o su trabajo. En ese último caso, todo mi respeto por los aludidos. Más aún: les deseo éxito y que puedan atraer capital a nuestras empresas, que falta hará.