Feijóo, el segundo mejor candidato de la izquierda para gobernar

A nadie se le escapa que acabar con el sanchismo va a ser complicado. Aparte de su formidable poder mediático, la izquierda cuenta con todos los resortes del poder que controla desde el gobierno y no tiene escrúpulos en usarlos. Tampoco tiene escrúpulos en gobernar España de la mano de quienes quieren destruirla, y en ir propiciando escenarios que conduzcan paso a paso a la destrucción de la nación. Como Otegui decía hace unos días, la independencia del País Vasco o Cataluña no se puede producir de golpe, sino que requiere pasar por unos escenarios intermedios. El PSOE, a cambio del poder, es el propiciador de esos escenarios intermedios. Pero es que además tenemos un problema añadido, que son los complejos de la propia derecha. Sirva como ejemplo lo que acaba de pasar en Portugal, para entender hasta qué punto es grave el problema.

En las recientes elecciones portuguesas, la derecha ha propinado una auténtica paliza a la izquierda. Aunque los partidos equivalentes al PP y al PSOE prácticamente han empatado, el equivalente portugués a VOX, Chega, lo podría proporcionar al PP portugués (por llamarlo de alguna manera) una amplísima mayoría absoluta. ¿Y qué es lo que ha hecho el equivalente portugués al PP? Pues evitar el pacto con Chega y propiciar un gobierno en minoría dependiente de los socialistas.

Viendo lo que ha sucedido en Portugal, ¿resulta impensable que en España el sanchismo fuera derrotado en las urnas pero el PP prefiriera gobernar con el apoyo del PSOE en vez de con el apoyo de VOX? Seguramente en España se da la paradoja de que los votantes del PP se encuentran más próximos a VOX que al PSOE, pero los líderes del PP se sienten más cercanos al PSOE que a VOX. De la izquierda ni hablamos, porque toda la izquierda se siente más próxima a Otegui o a Puigdemont que a cualquiera que está a su derecha. De hecho, cualquier izquierdista español se siente más próximo a un derechista si es separatista que si es un derechista no separatista, nadie se pregunte por qué. Bueno, sí, porque el separatista de derechas a cambio del alma te puede mantener en el poder.

El caso es que si ya de por sí puede ser difícil sacar a Sánchez de la Moncloa, no se puede descartar que Feijóo decida evitar un pacto con VOX y seguir el camino portugués. De hecho es algo que Feijóo ya ha apuntado en algunas ocasiones, por no mencionar su empecinamiento en mantener una línea de diálogo permanente con partidos como Junts. ¿Qué rechazo tiene que tener Feijóo hacia VOX para mostrar más aprecio por el PNV o Junts?

Si de Pedro Sánchez decimos que cometió un auténtico fraude electoral al presentarse a las elecciones jurando y perjurando que no habría amnistía, para al día siguiente de las elecciones ofrecer a los golpistas y malversadores la amnistía, ¿no sería también un fraude electoral de Feijóo presentarse a las elecciones, sin decirlo, con la intención de llegar a un acuerdo con el PSOE en vez de con VOX? ¿Es legítimo que Feijóo no aclare con rotundidad su postura hasta después de las elecciones?

Dentro de la derecha no falta quien ha aplaudido la actitud de los socialistas portugueses de facilitar el gobierno del PP portugués, marcando el camino al PP español, ¿pero realmente es una buena apuesta un gobierno en minoría dependiente del PSOE? Es decir, una cosa es que el PP no tuviera mayoría pero fuera el partido más votado, y que el PSOE apoyara al PP en vez de intentar un gobierno Frankenstein. Pero otra cosa es que la derecha tuviera mayoría y el PP renunciara a formar un gobierno de derechas. En esto no habría nada que celebrar, en contra de lo que opina incluso una parte de la derecha, porque tal renuncia nos abocaría a un escenario que prácticamente equivaldría a una dictadura de la izquierda. O sea, las únicas alternativas serían o que gobernaran los socialistas o que hubiera un gobierno que dependiera por completo de los socialistas. ¿Cómo llamaríamos a un menú en el que no hubiera ningún plato sin socialismo? ¿Democracia? ¿Es eso lo que queremos?

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No se puede desmontar todo lo que ha hecho el sanchismo de la mano del sanchismo. De hecho, sería imposible tocar nada de lo hecho por el sanchismo de la mano del sanchismo. Del mismo modo sería imposible hacer nada alternativo a lo que piensa el PSOE de la mano del PSOE. No existe una alternativa a la izquierda de la mano de la izquierda y esto sería bueno que Feijóo lo aclarara antes de las elecciones. Si no, alguien puede llegar a pensar que Feijóo no sólo es el segundo o tercer mejor candidato de la derecha (por detrás de Ayuso y Abascal), sino también sólo el segundo mejor candidato de la izquierda, por detrás de Pedro Sánchez o su sucesor.

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