Combatir la crisis exige entender la crisis. Existe un consenso generalizado en que el actual gobierno ha fracasado gestionando la crisis. La causa de este fracaso es no haber sabido entender la crisis. No obstante, muchas personas de izquierdas rechazan sólo las consecuencias de la mala gestión del gobierno, pero coinciden todavía con el gobierno en sus diagnósticos. Vamos a intentar convencer a estas personas de que otra explicación de la crisis es posible.
Mantener el estado, aumentar el estado… síntomas de que usted todavía, quizá, no ha entendido la crisis
Mantener el estado significa mantener el gasto. Aumentar el estado significa aumentar el gasto. Si escucha a usted a alguien decir en este momento que hay que mantener o aumentar el gasto del estado, empiece a sospechar que se trata de alguien que todavía no ha entendido la naturaleza de la crisis. Sospéchelo especialmente si es usted mismo quien lo sigue pensando. Su percepción de la realidad debe enfrentarse a estos hechos:
1- El estado español recauda menos dinero del que está gastando
2- El estado español no tiene la solvencia necesaria para pedir prestado el dinero que le haría falta para mantener el gasto
Esto significa que quienes propugnan una salida de la crisis que pase por más gasto público y más estado, no son conscientes de que España no dispone de dinero suficiente para mantener siquiera el actual gasto del estado y nadie se lo va a dejar prestado. No se trata por tanto de que el actual gobierno intente con mayor o menor eficacia recortar gastos por un determinado giro ideológico. El dinero se le ha acabado mucho antes de llegar al giro ideológico. De hecho se ha quedado sin dinero por no haber dado antes un giro ideológico.
Subamos los impuestos a los ricos
Es posible que, al leer el párrafo anterior, haya usted objetado internamente que existe otra opción que malévolamente hemos evitado para mantener o aumentar el gasto, que consiste en aumentar los impuestos. Sólo que aumentar los impuestos o crear nuevos impuestos no es una solución. En primer lugar tendrá que reconocer que los ingresos del estado no han disminuido por una disminución previa de los impuestos, sino por un empobrecimiento de los ciudadanos y las empresas a las que se cobra los impuestos. Al bajar su riqueza por la crisis, baja la recaudación. En segundo lugar, si usted además les sube los impuestos, ello redundará en un nuevo empobrecimiento que reducirá aún más la recaudación. En tercer lugar, es falso que el estado se pueda mantener aumentando sólo los impuestos a los ricos. Por un lado, los ricos son un poco menos ricos que antes de la crisis porque sus activos (inmuebles, acciones, bonos) valen menos que antes de la crisis. Por otro lado, hace mucho tiempo que el estado es tan grande y gasta tanto que sería imposible mantener el gasto ni remotamente sólo con los impuestos de los ricos. Incluso exprimiendo a los ricos al máximo (les recomendamos este análisis anterior), en Navarra sería casi imposible recaudar más de 1.000 millones de euros sólo a costa de los ricos. Sin embargo, los Presupuestos anuales de la Administración navarra superan los 4.000 millones de euros. Los otros 3.000 millones tenemos que pagarlos el resto de trabajadores con nuestros impuestos. Dicho de otro modo, y aunque rompamos un estereotipo de la izquierda: si es sólo por los ricos no podríamos pagar el gasto del estado; por el contrario, tendríamos que reducirlo un 75%.
Dos reflexiones más sobre los impuestos
Subir los impuestos para mantener una recaudación que se desploma es el equivalente de aumentar los precios para mantener una caída de las ventas: sencillamente no funciona. Si la economía es lo bastante fuerte, aumentará algo la recaudación a base de limitar severamente el crecimiento. Esto es lo que estamos viendo en estos momentos. Si por el contrario la economía no es lo bastante fuerte, una subida de impuestos puede provocar una prolongación de la recesión y una caída de la recaudación pese a haber aumentado los impuestos. Con carácter general, como segunda reflexión, la experiencia demuestra que es mucho más sostenible un estado en el que hay muchas empresas o muchos ricos que pagan pocos impuestos, que una sociedad en la que hay pocas empresas o pocos ricos aunque paguen muchos impuestos.
La burbuja inmobiliaria
Si se tratara de explicar la crisis sólo desde una perspectiva de izquierdas, podríamos habernos ahorrado todos los anteriores párrafos y el siguiente, porque la culpa de todo lo tendría la burbuja inmobiliaria y a su vez la culpable de ésta sería la Ley del Suelo de 1998 aprobada por Aznar que liberalizaba el suelo para favorecer a sus amigos especuladores inmobiliarios. Es una explicación sencilla que no requiere conocimientos económicos, en la que hay buenos y malos, siendo los de la izquierda los buenos y los de la derecha los malos. La explicación es tan atractiva que incluso alguien de izquierdas, practicando un mínimo escepticismo preventivo, debería sospechar que se trata de un relato demasiado bonito para ser cierto. La verdad es que existen serios motivos para poner en duda que todo esto tan bonito sea cierto:
1- La Ley fue tumbada por el Tribunal Constitucional en 2001, por lo que nunca llegó a liberalizarse efectivamente el suelo.
2- El PSOE no elaboró otra ley, derogando lo poco que el Constitucional había dejado en pie, hasta el año 2007.
3- El precio del suelo había crecido tanto entre 1985 y 1995 (más de un 300%) como a partir de 1998, con un gobierno socialista y sin una ley supuestamente liberalizadora del suelo.
Los tipos de interés
Entonces, ¿por qué se ha producido una burbuja inmobiliaria? En el siguiente gráfico, extraído de un informe del Instituto Juan de Mariana, podemos encontrar una explicación alternativa, menos política y moralista pero mucho más técnica, a la burbuja inmobiliaria, la burbuja del crédito y, en general, a la inflación de activos que ha desencadenado la crisis bancaria. La explicación se encuentra en el desplome de los tipos de interés. Entre 1990 y 2003, los tipos de interés pasaron del 15% al 2%. He aquí la explicación de la burbuja general del crédito de la cual la burbuja inmobiliaria es sólo una de sus consecuencias. El efecto resulta especialmente evidente en España porque mientras el Banco Central Europeo mantuvo los tipos bajos durante años para estimular a las economías estancadas y poco inflacionistas de Alemania y Francia, la economía española mostraba el mayor crecimiento de las potencias europeas con una elevada inflación. Naturalmente el Banco Central Europeo ajustó su política de tipos de interés a Alemania y Francia, lo que significaba crédito casi gratuito (tipos negativos) y recalentamiento económico para España.
Conclusión
Todo lo anterior, si ha sido usted capaz de seguirnos hasta aquí, nos lleva a concluir que la burbuja inmobiliaria no es la causa de la crisis, sino una de sus consecuencias. Que la causa final de la crisis es más bien la burbuja de crédito generada por un desplome de los tipos de interés a partir de los 90. Que estos tipos de interés no los ha marcado el capitalismo ni el mercado. Finalmente, que los gastos del estado son insostenibles, porque mantenerlos o aumentarlos no depende de la voluntad de hacerlo, sino de tener el dinero para pagarlos y ese dinero no lo va a tener ningún gobierno por progresista que sea. Ni con la recaudación actual, ni pidiéndolo prestado, ni subiendo los impuestos.
6 respuestas
La ventaja de los socialistas es que no saben de economía ni quieren saber ni mucho menos estudiar. Así pueden echarle la culpa a otros sin pestañear. Total, no tienen ni idea de nada, les basta repetir como papagayos las típicas consignas izquierdistas…..o las nuevas que inventen PRISA o Roures.
La crisis ha sido diseñada por la Gran Banca para quedarse con todo, acabar con la clase media y estratificar la sociedad en ricos y pobres, reservando el poder y el control a los primeros. Ni el de la triste ceja circunfleja manda ni ha mandado nunca; ni el alegra- funerales de Rajoy tampoco manda ni mandará nunca, aunque llegue e Presidente del Gobierno. Tampoco mandaron nada ni decidieron nada, ni Felipe González ni Aznar, aunqie eloo pensaran que sí. Quítense la venda de los ojos – si les apetece ver la realidad-, y tiemblen ó sigan haciendo de osos tamborileros, porque lo que está pasando ahora está decidido hace generaciones.
Vuelvo a copiar el mensaje que puse en una noticia anterior sobre la crisis, porque los moderadores tardaron mucho en aprobarla y creo que no se enteró nadie:
Quien mejor ha explicado el por qué se ha producido la burbuja del ladrillo ha sido este reconocido experto:
http://www.ricardoverges.com/pdf/800.000.pdf
http://www.ricardoverges.com/pdf/Stocks.pdf
http://www.ricardoverges.com/pdf/Soluciones.pdf
Se trata simplemente de que ninguna autoridad quiso frenar la voracidad de petición de crédito en el mercado interbancario europeo de los bancos españoles, que pidieron prestadas ingentes cantidades de dinero y que ahora no pueden devolver.
Lo de los tipos bajos del BCE no cuadra del todo porque ahora los tipos de interés del BCE también están bajos y miren ustedes dónde estamos:
http://es.euribor-rates.eu/tipo-de-interes-del-BCE.asp
La culpa es, además del sistema bancario de por sí, de forma inmediata y principalmente de las autoridades españolas desde que entramos en el euro, y en general de la locura de sistema financiero que impera en el mundo.
Hay socialdemócratas que son muy buenos economistas, en España y en todo el mundo. El artículo de Juan Velarde sobre el Prof. Rojo (qepd) en la tercera de ABC del 31 de mayo da alguna pista por lo que se refiere a aquella Facultad del viejo caserón de San Bernardo y a sus profesores y alumnos. También me parecieron magníficos muchos profesores y alumnos de la London School of Economics aunque nunca me convenció Keynes, quizá porque aunque le dediqué muchas horas me subyugó «La libertad de elegir», de Milton y Rose, ¿queda claro?
Pero eso no quita para que les sugiera leer o releer los últimos 50 (por poner una cifra) artículos de Paul Krugman y de Jordi Sevilla además de otros tantos obviamente del Prof. Velarde ¡que tío, a sus años! Y para que revisen el modelo del difunto Minsky anotado por colegas como Kindleberger. Por cierto, Navarra Confidencial fue el primer medio no especializado en citar a Hyman Minsky. Qué pena no haber coincidido con él en Berkeley. A veces la verdad (realidad) se impone a ideales-dogmas juveniles.
Vuelvo a copiar el mensaje que puse en una noticia anterior sobre la crisis, porque los moderadores tardaron mucho en aprobarla y creo que no se enteró nadie:
Quien mejor ha explicado el por qué se ha producido la burbuja del ladrillo ha sido este reconocido experto:
http://www.ricardoverges.com/pdf/800.000.pdf
http://www.ricardoverges.com/pdf/Stocks.pdf
Se trata simplemente de que ninguna autoridad quiso frenar la voracidad de petición de crédito en el mercado interbancario europeo de los bancos españoles, que pidieron prestadas ingentes cantidades de dinero y que ahora no pueden devolver.
Lo de los tipos bajos del BCE no cuadra del todo porque ahora los tipos de interés del BCE también están bajos y miren ustedes dónde estamos.
La culpa es, además del sistema bancario de por sí, de forma inmediata y principalmente de las autoridades españolas desde que entramos en el euro, y en general de la locura de sistema financiero que impera en el mundo.
Gracias al director de Navarra Confidencial por avisarme de que no podía incluir más de dos enlaces.
Cuando un lego como yo lee unos cuántos libros y se zambulle en el mundo académico de la Economía, descubre que es uno de los campos más propicios para que los desaprensivos se cuelguen medallas amparados en los arcanos económicos que son desconocidos para la generalidad de las gentes.
Al final de leer un poco, uno confirma su impresión inicial sobre que una Economía determinada no se diferencia mucho, en el fondo, de los principios con los que se debe gobernar una casa. En una casa se va ahorrando en cosas valiosas para cuando se necesiten fondos para invertir en algún bien necesario.
A ningún padre de familia se le ocurriría gobernar una casa diciendo que cuanto más gasten sus miembros y más se endeuden, mejor para la economía familiar. Pues algo así es lo que sostienen Keynes y sus discípulos.
De forma que la pretensión de Oscar sobre que hay socialdemócratas muy buenos economistas podrá ser cierto si hay alguno despistado que no se entera de la película. Pero vamos, que Krugman, que desde 2007 ha visto las orejas al lobo, pero que desde antes de 2007 se mostró como un completo irresponsable, sea un autor de referencia, es algo como mínimo discutible.