Se materializan los peores presagios en relación a las dos niñas desaparecidas en Canarias. Al horror propio de este crimen se suma el hecho de que su desenlace ha sido dilatado por el autor, de forma que es un asunto que no ha pasado por la actualidad de un día para otro, sino que ha permanecido durante días y días generando expectación y ahora multiplicando, lógicamente, el impacto sentimental y mediático. Como podía esperarse todos los políticos han usado sus redes sociales para pronunciarse sobre este asunto. No sólo para expresar sus condolencias, sino frecuentemente y más tratándose de políticos de la izquierda para volcar su interpretación ideológica del crimen. Más aún, para convertir en basura a todos aquellos que no comparten su ideología y su interpretación.
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https://twitter.com/PabloEchenique/status/1403072977835528194
No puedo ni imaginar el dolor infinito de la madre de Olivia y Anna. Mi abrazo más sincero y profundo. Tampoco puedo entender que haya quien cuestione la #ViolenciaMachista esto no debe tener cabida en una sociedad #Igualitaria
— María Chivite / ❤️ (@mavichina) June 10, 2021
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Evidentemente a todo el mundo le parece atroz este crimen. Atendiendo a ciertos políticos de la izquierda, sin embargo, casi podría pensarse que es que el crimen sólo les parece mal a las personas de izquierda. Que sólo a ellos les importa si matan a unas niñas o a unas mujeres. Que a quienes no son de izquierda o no comparten su interpretación es que el crimen les parece estupendo. Esta forma de razonar la verdad es que dice bastante poco de los actuales líderes de la izquierda y mucho de sus asombrosos niveles de sectarismo.
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La pregunta esencial respecto a este crimen es si es un crimen ideológico. ¿Explica el machismo este crimen? Entendido como resultado social y educacional de un modelo heteropatriarcal, no sólo no se explica que un sujeto en Canarias haya matado a sus hijas, sino que no se explica que esto no sea lo que hacen todos los hombres. Es decir, de toda la gente que fue a su clase y a su colegio, de todos los hombres de su ciudad, de su isla o de su comunidad, la única mala bestia asesina que ha asesinado a sus hijas es este sujeto. Si recibió la misma educación que los demás y el 99,9% de los hombres no anda por ahí tirando al mar a sus hijas, ¿cómo va a explicar la educación o el modelo social el comportamiento de este sujeto? El 99% de los hombres lo que harían sería dar la vida por sus hijas en caso necesario. Lo que en todo caso explicaría por tanto el modelo social, educativo y cultural sería entonces eso. Por supuesto el asesino tampoco ha matado a sus hijas como podía haber matado a las hijas de cualquier otro, por un odio genérico a la mujer.
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Por supuesto el asesino pudo matar o no matar a sus hijas. No fue el heteropatriarcado ni la sociedad quien lanzó a sus hijas al mar sino él personalmente. No se le puede exculpar. Allá sólo en el mar con sus hijas pudo hacerlo o no hacerlo y decidió hacerlo, lo que nos lleva a un problema fundamental. En último término, hacer el bien o el mal no es un problema social sino individual. Si hay un asesinato en Zamora no es porque en Zamora no se eduque a las personas en el respeto a la vida. Claro que en Zamora se educa a la gente en el respeto a la vida, pero por más que se eduque a la gente en el respeto a la vida puede haber alguien que decida matar a otro. No es culpa de la sociedad, es culpa de ese individuo concreto. Para la izquierda la educación y el condicionamiento social lo explica todo porque en el fondo no cree en la libertad. Claro que la izquierda, en su constante incoherencia discursiva, nunca hablaría de violencia inmigrante o violencia nacionalista en los mismos términos deterministas y con las mismas implicaciones con que habla de la violencia machista. Ahí se vuelve individualista. Por no hablar de los respetuosos silencios cuando la que mata es sólo una loca o malvada particular.
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A todos nos horroriza el crimen. ¿Cuántos españoles creen Echenique o María Chivite que justifican este crimen? Si encuentran vivo al asesino, ¿alguien cree que cuando salga de la cárcel lo recibirá alguien con un ongi etorri? A diferencia de otros, estos crímenes no tienen apoyo social. Lo que nos divide por tanto no es el horror ante este crimen o el asesinato de cualquier mujer, ni la repugnancia hacia el autor, sino su interpretación y su explicación. Lo que sucede es que la izquierda, que por otra parte no parece muy capaz de reducir el número de crímenes aplicando sus teorías y cubriendo de euros a ciertas plataformas, pretende criminalizar no sólo al criminal, sino a todos aquellos que no comparten su interpretación del delito. A lo que asistimos en definitiva es a un apartado más en el que de lo que dice la izquierda no se tolera que se pueda discrepar. Por lo demás nos enfrentamos a algo tan profundo y tan antiguo como la existencia del mal y al hecho de que entre pudiendo hacer algo espantoso o no hacerlo haya quien decida hacerlo. ¿Cuántos millones necesitaría Irene Montero para acabar con la existencia del mal? ¿Cree que tiene ese poder? ¿Tendremos que acabar haciéndola entonces responsable de mal?
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