El último comunicado de ETA hace público que la banda terrorista ya venía poniendo en práctica «hace algunos meses» la decisión de no llevar a cabo «acciones armadas ofensivas”. Iñigo Urkullu, a este respecto, ha denunciado que si esto es cierto es incompatible con la realidad de los últimos meses, puesto que ha habido y sigue habiendo amenazas, cartas de extorsión y terrorismo callejero: «Hay cartas de extorsión, hay amenazas, hay signos que este mismo agosto hemos vivido de intranquilidad, por lo que se ha podido percibir de violencia callejera. Con lo cual, podemos estar sometidos a un ejercicio de chantaje de las palabras».
Diario de Noticias confirma la existencia de cartas a empresarios exigiendo el “impuesto revolucionario” a lo largo de todo este verano, e incluso reproduce el contenido de una de ellas reclamando el pago de 48.000 euros. La carta de extorsión, en caso de impago, advierte que «a partir de este momento tanto Ud. como todo s sus bienes se convierten en objetivo operativo de ETA, quedando en manos de nuestra organización el cuándo y el cómo actuar contra Ud., un declarado enemigo de la lucha por la libertad de Euskal Herria».
Las cartas de extorsión son totalmente incompatibles con una tregua.
Salta a la vista que una carta de extorsión no tiene ningún sentido si no va acompañada de una amenaza violenta. Por tanto o es mentira la carta de extorsión o es mentira el cese de la violencia.
Un comentario
Es la paz de los nazionalistas que anteponen su «presunto derecho a decidir» sobre el derecho a vicir de cualquier persona humana, incluso aunque opine distinto que ellos.
Son unos gansters, unos fascistas, que siempre intentarán sacar «tajada». Espero que los detengan a todos.