El Zutabe relata cómo los representantes del gobierno habría avisado de que "todos los que estaban en las plataformas serían ilegalizados", refiriéndose a Abertzale Sozialisten Batasuna (ASB), pero que “habría posibilidad” de presentar por otro lado las listas de ANV, “siempre que la organización hiciese un gesto público". El gobierno, además, habría reclamado que no hubiera “acciones armadas durante el tiempo en el que iba a durar el proceso”. ETA contestó que la ausencia de la izquierda abertzale en las elecciones “supondría la ruptura de las negociaciones”. La organización terrorista considera ahora que el objetivo del gobierno era “ganar tiempo” hasta las elecciones del 27-M.
ETA menciona también 3 cartas que habría remitido a Zapatero a lo largo del proceso. Una en 2004. Otra en junio de 2006, que habría dado lugar a la declaración oficial de Zapatero anunciando el inicio del proceso. En dicha declaración, Zapatero declaró que “el Gobierno respetará las decisiones de los ciudadanos vascos que adopten libremente, respetando las normas y procedimientos legales, los métodos democráticos, los derechos y libertades de los ciudadanos, y en ausencia de todo tipo de violencia y de coacción”. Una fórmula que, según lo pactado, incluía difusamente el reconocimiento del “derecho a decidir de los vascos”, pero que no pareció lo bastante concluyente a ETA por el añadido referente a las normas y los procedimientos legales. La tercera carta dataría del mes de febrero de 2007, y habría dado lugar a la reanudación del proceso tras el atentado mortal de Barajas, haciendo posible la ausencia de atentados hasta las elecciones del 27M. Una negociación con los muertos de la T4 de por medio pero que habría interesado a ambas partes, para poder celebrar las municipales sin atentados unos, y para poder presentar las candidaturas de ANV los otros.
Naturalmente se trata de la versión de ETA. Pero al menos el presidente de la Comunidad Autónoma Vasca avala las afirmaciones de la banda respecto a la existencia de esas reuniones. Mostrando su confianza en que sería recibido en la Moncloa para explicar su último órdago a Zapatero, como así fue, Ibarreche declaró recientemente que Zapatero “no tendrá ningún problema en hablar y, en su caso, negociar y acordar; acaba de tener sus últimas conversaciones con ETA y Batasuna en mayo”.