Parafraseando el famoso “el año que viene en Jerusalén”, de los judíos del exilio, también desde España en este momento se puede ver un rayo de esperanza en Jerusalén. Israel ya tiene a un 40% de su población vacunada con la vacuna de Pfizer. Esto significa, entre otras cosas, que Israel es un enorme campo de estudio sobre el que testear la efectividad de la vacuna. La buena noticia es que los datos que se van conociendo resultan alentadores.
X
x
Cuando comenzó toda esta epidemia pandémica el espejo lógico en el que mirarse era Italia. De lo que pasaba en la oscura China comunista, para bien o para mal, realmente no era posible fiarse, pero en cambio, para quien no se negara a verlo, resultaba tan evidente como alarmante lo que estaba sucediendo en Italia. La lógica indicaba que lo que estaba sucediendo en Italia era lo que iba a suceder en España en cuestión de un par de semanas. La pregunta es si Israel puede ser ahora un buen espejo para España y para el mundo.
X
Desde luego los israelíes nos llevan una buena delantera por su buena gestión de la pandemia. Donde la UE compró 200 millones de dosis a Pfizer (después ampliadas a 300) para 446 millones de habitantes, Israel compró 10 millones para 8 millones de habitantes. Es decir, Israel compró de primeras a Pfizer vacunas para inmunizar al 62% de su población y la Unión Europea, en cambio, sólo compró dosis para inmunizar al 30%, sólo al 22% antes de ampliar con posterioridad el pedido. No nos extrañemos ahora de que Israel reciba muchas más vacunas y vacune mucho más de prisa que nosotros. Israel compró además 6 millones de dosis de la vacuna de Moderna, para no dejar cabos sueltos.
X
A pesar de estas diferencias, esto no significa que no podamos ver reflejado nuestro futuro en Israel, sino que efectivamente ellos van casi un trimestre por delante de nosotros. No obstante, aunque sea tres meses después, los buenos resultados que veamos en Israel sería lógico que los viéramos después aquí. Sufriremos más muertes y más ruina por la lentitud de la UE, pero hay un rayo de luz en Jerusalén.
X
En realidad, a la vista de los datos, una vez más podría ponerse sobre el tapete una revisión sobre si no manejamos expectativas demasiado negativas sobre el verano. Desde luego puede que no esté vacunado para julio el 70% del país, pero bastaría con vacunar alrededor del 20% de la población, la de más edad, para ver un descenso del 80% en las hospitalizaciones más graves y la mortalidad. Pensar que para el verano estaremos mucho mejor no es por tanto una hipótesis irracional. Puede que algo se tuerza y no estemos aún en la vieja normalidad, pero no es absurdo pensar en una mejora sustancial. A veces da la impresión de que la misma cobardía de algunos gobernantes para encarar el escenario inicial les atenaza ahora para verbalizar siquiera el escenario final de esta situación.
X
x