El declive de ETA-Batasuna a lo largo de los años aparece claramente reflejado en sus siniestras estadísticas criminales. Aunque aún pueda matar, las cifras no hacen sino mostrar claramente la progresiva disminución de la capacidad de atentar de ETA. Las continuas desarticulaciones de la cúpula y sus comandos, después de todo, ni mucho menos suceden en vano.
La incapacidad para mantener la operatividad de otras épocas, a semejanza de los nazis ante la cercanía de su derrota, ha llevado a la banda a reclutar militantes cada vez más jóvenes e inexpertos durante los últimos años, multiplicando las acciones de terrorismo callejero a través de organizaciones juveniles como Segi, convertida en cantera de pistoleros. Tras este breve rebrote, incluso esta actividad ha quedado abruptamente menguada con la ilegalización de Segi y la acción de la policía, como así lo refleja esta otra gráfica.
Los “pasos” que se puedan esperar de la ETA, los dé o no los dé, no hacen sino reflejar el declive manifiesto de la banda. Es más: si ETA no da ningún paso, desaparecerá como lo hizo el GRAPO o como lo han hecho tantas otras bandas terroristas. En contra de lo que se nos suele decir, la historia se encuentra llena de ejemplos de organizaciones terroristas derrotadas por los estados democráticos. Sería bueno que ETA decidiera su autodisolución, pero en último término el fin de ETA no depende de ella misma ni de sus comunicados. Acabaremos con ETA con o sin comunicados. De hecho ya lo estamos haciendo y podemos palpar los resultados. Cuando todo acabe, hemos de tener la tranquilidad moral de que no se ha pagado ningún precio político a ETA por dejar de matar. Porque sólo entonces podremos decir que seguimos siendo libres y que el sacrificio de las víctimas ha tenido sentido.
Un comentario
Los delincuentes, tras el pertinente juicio, a purgar sus penas, a ser posible (esto es totalmente mío) sin demasiadas concesiones por buen comportamiento, faltaría más que encima de privados de libertad siguieran delinquiendo.
Y desde luego ninguna compensación por parte del Estado como premio por dejar de ser delincuentes, NINGUNA.