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CCOO de Navarra ha denunciado la llegada por correo postal a la dirección de varios centros escolares navarros de un texto procedente de la organización hazteoir.org, «de carácter homófobo y tinte fascista» según este sindicato.
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Paradójicamente, en los medios que han recogido este denuncia de CCOO no se encuentra una cita que justifique claramente la calificación de “homófobo” o “fascista” hacia este escrito. ¿Cuáles son las palabras exactas que merecen estos adjetivos de CCOO? ¿Es que el texto propone que se agreda y se insulte a los homosexuales? ¿Propugna tal vez la sustitución del sistema parlamentario por una democracia popular intervencionista encarnada en la figura de un líder nacional carismático? O es incomprensible que no se citen este tipo de contenidos si existen, o lo que no se comprende bien es la calificación de Comisiones Obreras. Esperemos que todavía se pueda pensar diferente de Comisiones Obreras sin ser un homófobo o un fascista, porque si llegáramos a ese punto entonces sí que estaríamos cerca de un discurso fascista.
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El texto que da origen a toda esta polémica hace refenrencia a las leyes que se están aprobando en diversas CCAA, incluida Navarra, en relación a la salud sexual y reproductiva y la educación sexual. Si acudimos nosotros mismos al texto y le echamos un vistazo, lo que nos encontramos es un discurso del siguiente tenor:
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Lo cierto es que los derechos de las personas LGTBI, como los de cualquier otro ciudadano, ya se encuentran garantizados por la Constitución española, son reconocidos en Europa y en la ONU. La legislación general nos hace iguales ante la ley y protege a las personas de la discriminación. No son necesarias nuevas leyes de inferior categoría para asegurar derechos que ya existen. Lejos de ampliar la protección, lo que hacen estas leyes es vulnerar algunos de los derechos fundamentales de los ciudadanos, además de establecer nuevos derechos a la carta para determinados colectivos, rompiendo así el principio de igualdad jurídica de las personas. Por otra parte, con estas legislaciones, los gobiernos de las Comunidades Autónomas se adhieren a la corriente ideológica defendida por los lobbies del feminismo radical y LGBTI, cuya tesis rechaza el sexo biológico como patrón diferenciador y sostiene que el binomio natural hombre-mujer es sólo una convención social y cultural que debe ser sustituida por la libre elección de género.
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Este nuevo dogma, que cuando menos carece de base científica y ni siquiera goza de un mayoritario respaldo social, convierte a los gobiernos autonómicos en promotores de un modelo de pensamiento que sólo comparte un sector de la ciudadanía. La exigible neutralidad institucional, tan invocada en otros campos (por ejemplo en la defensa de la laicidad del Estado) se convierte aquí en papel mojado.
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Hay que tener en cuenta, además, que se trata de un texto enviado a la dirección de los colegios, no un folleto que se esté distribuyendo clandestinamente entre los alumnos. Hablando de esto, si rechazamos este tipo de propaganda tendremos que rechazar también las manifestaciones en las aulas contra la LOMCE y el adoctrinamiento a los chavales en este posicionamiento político. O los tablones de anuncios llenos de propaganda sindical abertzale. O las pancartas en los colegios de apoyo a los presos. ¿Es un problema una carta enviada a la dirección de unos colegios y no es un problema todo lo anterior?
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Desde otro punto de vista, acaso lo más preocupante no es que se envíe a la dirección de unos colegios un texto a favor o en contra de la ideología de género, sino que a los partidarios de la ideología de género no les hace falta enviar folletos ni someterse a la consecuente polémica. Ellos predican directamente la ideología de género, por no decir la imponen, desde los boletines oficiales.
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Por nuestra parte ya saben que pensamos que frente al estatalismo y la imposición gubernamental, por cierto características del fascismo, la educación de los hijos debe basarse sobre todo en la familia y la libertad.
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8 respuestas
el fascismo de los antifascistas
¡Ay que pena cuando los marxistas consiguieron que los maricomplejines usen su lenguaje! CC.OO: es un sindicato de origen comunistas y lo que han hecho ahora se llama estalinismo. Curiosamente y aunque sean peperas, sostienen su mismo estilo chekista y quieren mandar a un gulag a quién se oponga a la ideología de género Cifuentes y Levy. ¡Y las postulan como sustitutas del caradura de Mariano!
Tantos liberados sindicales y otros tienen que justificar el condumio, así como el mar de siglas a las que se acogen. Lo que menos se les puede pedir es rigor y profundidad. Son un cero a la izquierda pero que hace mucho daño. Máxime cuando la prensa -leáse Diario de Navarra y no os digo el Mentizias- les hace tanto eco.
En lugar de la dictadura del proletariado, lo que busca consolidar hoy la izquierda, es la dictadura de las minorías (si son de izquierdas, claro). Por eso, cuando alguien de izquierdas hace algo indefendible, los popes progres lo llaman «fascista». Y, así, su ideología luce limpia e inatacable.
Ya saben Vds. que la democracia consiste en acatar el mandato de la izquierda sin objeciones.
¡Umm! ¡El sexo!, ¡Mi tema favorito!, lo siento pero a mi personalmente me encantan las mujeres que han optado por la bisexualidad, les puedo asegurar por experiencias propias que son las mejores para realizar determinadas prácticas sexuales que dudo mucho me atreva a comentar en un blog tan serio como es Navarra Confidencia. Estoy seguro que hasta la izquierda abertzale estaría de acuerdo con Navarra Confidencial en que mis pensamientos son totalmente «políticamente incorrectos» así que los seguiré practicando en mi hogar dulce hogar donde le estado no puede entrar así como así. ¡Viva la libertad!
Qué miedo das LIBERAL SEXUAL. Espero que no sea nada peligroso para la integridad de las personas que accedan a tu casa.
¡Tranquila VENENO! En mi casa no se hace nada que la otra parte no quiera hacer, más de una ha repetido incluso y por supuesto seguimos las directrices que las autoridades sanitarias realizan en materia de prevención de enfermedades de transmisión sexual
Lo malo es que el estado vasco nazicomunista se quiere infiltrar en nuestros hogares hasta La Cocina, la cama, la despensa…y finalmente, el calcetín de los dineros.