Debate nacional en torno a la decisión de la Delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, de prohibir la presencia de banderas independentistas catalanas en la final de la Copa del Rey, que se celebrará el domingo en el estadio Vicente Calderón de Madrid.
Dancausa ha justificado su decisión en la aplicación del artículo 2.1 de la Ley del Deporte, el cual prohíbe «la exhibición en los recintos deportivos, en sus aledaños o en los medios de transporte organizados para acudir a los mismos de pancartas, símbolos, emblemas o leyendas que, por su contenido o por las circunstancias en las que se exhiban o se utilicen de alguna forma inciten, fomenten o ayuden a la realización de comportamientos violentos o terroristas, o constituyan un acto de manifiesto desprecio a las personas participantes en el espectáculo deportivo».
A partir de la decisión el país se ha dividido entre los partidarios y contrarios a la prohibición de la bandera independentista. Incluso el PP catalán se ha desmarcado de la decisión y su portavoz en el Ayuntamiento de Barcelona, por ejemplo, ha expresado que su posición es que «Ni prohibición de esteladas en Madrid ni ocultar la bandera de España en Cataluña».
¿Bandera sí o bandera no?
No es demasiado razonable que el gobierno prohíba a la gente llevar una bandera u otra. Cada uno puede llevar la bandera que quiera. Más vale que alguien lleve una bandera que no nos guste a darle el poder al gobierno de decidir las banderas que permite y las que no. Algún día el gobierno usará ese poder contra nosotros seguro, si se lo damos.
También es verdad que de repente, a cuenta de la estelada, han salido libertarios hasta de debajo de las piedras. Muchos de ellos, sin embargo, vuelven a meterse debajo de las piedras si de lo que se trata es de poner una bandera de España en el Ayuntamiento de Barcelona, o en muchos otros ayuntamientos catalanes, navarros o de la CAV. Eso si no le tiran la piedra en la cabeza al que intenta ponerla.
Todos recordamos a esas personas que han faltado al respeto a los españoles, por lo menos a los orgullosos de serlo, pitando el himno nacional. Y a los que han apoyado el supuesto derecho de esas personas a impedir con sus silbidos que se escuchara el himno. Si tú no dejas que se escuche mi himno, no te quejes si luego yo no dejo que se vea tu bandera. ¿Cuál es la diferencia entre prohibir una bandera o impedir que se escuche un himno? Proliferan los demandantes de respeto que no respetan los símbolos de los demás.
Llamativo también la que montan algunos por una bandera alegal, aunque no menospreciaremos el valor de las banderas, cuando al mismo tiempo atacan sistemáticamente la libertad educativa de las familias, por ejemplo. Ya sea para elegir para sus hijos la asignatura de religión, o estudiar en español, o estudiar en un centro diferenciado, o simplemente en un centro concertado no controlado directamente por el gobierno. En vez de mirar la Luna, en un entorno de libertades decrecientes, nos enfrascamos en el debate sobre la bandera del dedo.
Resulta cuestionable en cambio lo alegado por el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Barcelona. De una parte es verdad que, si se defiende la presencia de banderas independentistas, luego no se puede quitar la bandera española como sucedió en septiembre del año pasado en ese Ayuntamiento durante la Fiesta Mayor. Ahora bien, por otro lado no se puede comparar la bandera de España con una bandera que no es oficial, que la ley no obliga a su presencia y que ni siquiera representa a los catalanes, sino a los catalanes independentistas y ni siquiera a todos ellos, sino a los independentistas menos izquierdistas.
En este sentido hay que recordar que en Cataluña conviven actualmente tres banderas catalanas. La “senyera”, es decir la bandera catalana de toda la vida, la que hasta hace poco identificaba a todos los catalanes fueran cuales fueran sus ideas. La “estelada” con estrella roja, que identifica a los independentistas de extrema izquierda. Y la “estelada” con estrella blanca sobre fondo azul, que identifica al resto del independentismo. Esta ensalada de banderas pone de manifiesto la crispación, la división, el enfrentamiento interno, incluso el caos en el que el debate nacionalista ha sumido a Cataluña. Así se autodestruye una sociedad.
No pudiéndose comparar por ello la alegal “estelada” de los independentistas de la estrella blanca con la bandera oficial de España, ni siquiera con la oficial de Cataluña, lo pertinente sería comparar la “estelada” con otras banderas como la pirata, la sudista, la republicana o la anrquista. No obstante, ¿deberían prohibirse estas banderas? Pues seguramente no, aunque no tengan el rango de la bandera oficial de España. Pero entonces habrá que permitirlas todas, incluyendo la del águila, la de Navarra con la Laureada, la falangista con el yugo y las flechas… Cierto es que detrás de algunas de estas banderas hay un conflicto y un derramamiento de sangre, pero también lo hay detrás de la ikurriña, de la bandera republicana, de la bandera comunista o de una camiseta del Ché. Libertad para todos o para ninguno.
Podría resultar llamativo también que, después de todo lo que ha dejado hacer el PP en Cataluña sin mover un dedo por impedirlo, incluyendo un referéndum ilegal, ahora de repente decida actuar con la máxima firmeza por unas banderas en un partido de fútbol.
Queda por fin reflexionar sobre la politización sistemática y abusiva de todo acontecimiento público, ya sea el Chupinazo o un partido de fútbol. Parecería un tanto extraño prohibir a alguien ir por la calle con una bandera o una camiseta del PP, ¿pero qué diríamos si el PP intentara llenar de gente con banderas la Plaza del Ayuntamiento durante el Chupinazo o el Santiago Bernabeu durante un partido? Es posible que la ciudadanía en general reaccionara con rechazo y que una acción de ese tipo, no digamos si además se empieza a repetir, le resultara contraproducente al PP. Los nacionalistas, sin embargo, llevan décadas utilizando esta estrategia, apropiándose de las calles, las fiestas, los conciertos y los estadios, sólo que en vez de rechazo acaso se han ido reforzando. El punto en el que estamos es que lo se castiga políticamente es quitar las banderas de un estadio en vez de intentar politizar el deporte. Y que quien reclama el derecho para convertir un partido de fútbol en un acto independentista llenándolo de banderas defiende al mismo tiempo que te pongan una multa por rotular en español. Es decir, el punto en el que estamos es que la bandera real de la libertad va perdiendo.
17 respuestas
UNIDOS PODEMOS asegurar las pensiones de nuestros mayores.
No, sola normativa deportiva está clara, y es correcta. Fuera banderas políticas de los estadios, para evitar problemas, y posibles avalanchas que acaben con desastrosos resultados. Pero al nazionalismo las vidas de la gente le da igual, sólo quiere su dinero, 4 años seguidos, y su voto, cada 4 años.
Yo haría una normativa más clara eso si, y prohibiría todas las banderas de ideologías totalitarias, nazis, comunistas, islamistas y todos los istas peligrosos. De paso haría extensible esta normativa a todos los aspectos de la sociedad, parlamento o escuelas, que quedarían blindadas frente a manipuladores de estas facciones.
Y es que no se puede poner al lobo a cuidar el rebaño, y hay que evitar que las ovejas modorras pongan en peligro al pastor y al rebaño eligiendo perros de raro pedigrí que se alíen con el lobo. Mejor un mastín español, fiable, noble, tranquilo y bueno con los niños, y fatal para los lobos.
Por cierto Fertxutzutzu, qué callados os tenéis los podemitas el recorte de las pensiones en un 35% de vuestros amigos los Siryzos. Han «soryzado» las pensiones de los griegos, de los mayores del «joroña que joroña».
Hala, a joroñar a la gente a otro lado.
Se acercan nuevas elecciones. El ciudadano medio español seguirá tragando con un Estado corrupto mientras se siga manteniendo el orden y la unidad de la patria … sólo necesita un empujoncito ideológico:
Por eso esta prohibición, para que vean que aunque corruptos, siguen luchando por una «España unida»; ya en el hoyo, pero unida.
Ayyyy, el nazionalismo, al que todo se le permite y siempre yendo de victima, pero me imagino que ya se lo que pasará. La gente colará las banderas en el estadio escondiéndolas donde yo me se. Por supuesto, pitarán el himno, eso que no falte. Estaría bien que los sevillistas lo cantaran para intentar contrarrestrar.
Eso es, Lecunberri, los adalides de la estimada no son corruptos, verdad?. No saben donde está Andorra ni Suiza, verdad?. Ah!!, Perdón, es que esos sólo son corruptos al 3% (al tres per cent). Recuerdan?.
Perdón, quise decir «estelada», no estimada (maldita tablet). Mil perdones.
Sigue Vd. con el mismo comentario una y otra vez Sr.Lecumberri y muy propio de ver la viga en el ojo del vecino etc etc. y muy propio para que así repitiendo una y otra vez lleguemos a la conclusión de Pues la mayor corrupicón no es solo de la calse política catalana sepaaratista con disfraz y disimulo si no la separatista vascongada extremo izquierda y la que se ha mantenido recogiendo nueces , y tambien lo ha habido y lo hay.
Los duendes del ordenador pues cuando lo estaba elaborando di por error al enviar y asi ha salido un churro. Por eso pido disculpas , tengan distinguidos lectores por no recibido el anterior y remito el válido.
Sigue Vd. con el mismo comentario una y otra vez Sr.Lecumberri muy propio de ver la viga en el ojo del vecino etc etc. y muy propio para que así repitiendo una y otra vez lleguemos a la conclusión que corrupción lha anegado España : Muy al contrario si la ha habido, lo ha sido fundamentalmente la de los separatismos . El catalán con una clase política anegada de suciedad separatista con destino a Andorra, Suiza y algunos otros sitios más. La vascongada la mayor corrupción, el robo y la extorsión continuada a miles de vascongados, navarros y otros españoles para que entregaran dinero so pena de no hacerlo el ser asesinados, los secuestros, las cantidades logradas blanqueadas, y queremos saber en dónde, de que entidades bancarias se han servido, en que han sido utilizados, que negocios se han montado ,y donde , a que personas ha beneficiado, a quien se ha pagado para ocultar y vivir otras vidas en Hispanoamérica y otros países, que cantidades se destinaban a los pistoleros del tiro en la nuca y el coche bomba o a pagar los chivatos de los pueblos que pasaban los datos de sus convecinos para ser objeto del atentado.
Y no solo la extremosa izquierda( es un decir) si no de aquellos cuyos réditos han sido políticos y no tan políticos recogiendo nueces. Ya ni hablamos de las subvenciones del separatismo a medios de comunicación, radios , tv, etc etc Le parece poca corrupción .
.No siga la táctica de que se convierta en verdad lo que no es cierto, España no es una nación corrupta, que es lo que s e ha vendido para que cierto movimientos neo y veterocomunistas llegaran a tocar poder o de ser en tal numero que han apoyado a las formaciones separatistas .Los casos de corrupción se persiguen y se castigan.
La bandera separatista estrellada no puede entrar en un campo de futbol donde va a ocasionar por quienes la ondeen un problema de orden público, y de enfrentamiento posiblemente con otra parte de aficionados. Ya no se trata de catalanes y vascongados ambos separatistas tan amigos últimamente y dispuestos a silbar el himno de España.
Estimado Clarete,
dada la terrible situación de la cosa pública española, uno no puede buscar consuelo en la supuesta corrupción de los que no piensan igual, primero porque es infantil y segundo porque lo perpetrado por aquellos que controlan el Estado Español desde hace 38 años no tiene parangón con lo que se desea que hayan hecho mal los que están hartos de pertenecer a España, por mucha imaginación que se pueda tener.
Estimado Ispan,
si insisto una y otra vez en la corrupción que campa por España es porque, desde la última vez que he escrito algo, nada ha cambiado y este cáncer es el origen de todos los graves problemas que se han llevado el Estado por delante.
Quiero recordarle que la corrupción habida en Cataluña, que se conocía desde primeros de los 80, fue algo tan simple como un acuerdo tácito entre Madrid y los Pujol: te dejo robar pero no me vengas con la independencia de Cataluña.
Y así hasta que vinieron con la independencia de Cataluña y saltó, entonces, toda la corrupción.
Con el afán de matar dos «txoritxos» de un tiro, no mezcle dos conceptos diferentes: una cosa es corrupción y otra terror, terror del que los vascos no nos podemos sentir orgullosos porque no se puede hacer más daño a gente como tú o como yo y, encima, para nada.
España no es una nación corrupta, pero sí lo es, y de qué manera, el Estado que controla; el gran problema de la nación española no es tanto como no querer reconocer que dentro de ese Estado existen otras naciones, sino que son las gentes que forman esa nación española la que vota enfermizamente a los que gestionan un Estado corrupto, lo que reduce la esperanza de futuro a 0.
Como ha ocurrido con los «papeles de Panamá», los hemos conocido porque han interesado a otros paraísos fiscales, en una terrible competencia, denunciar a éstos. Pues con la corrupción pasa lo mismo: aparece porque son las chispas que saltan en las tremendas luchas de poder entre los que controlan el Estado dentro este nefasta partitocracia.
Quienes no pueden acusar a nadie de corrupción, ni dar lecciones morales a nadie, son quienes han utilizado la violencia, el chantaje, la extorsión y el asesinato para lograr fines políticos e imponer su ideología. Esas gentes, insisto, no pueden acusar a nadie de corrupción, ni dar lecciones morales; ni ellos ni quienes les justifican, quienes tratan de lavarles su imagen, o los que nunca han condenado sus salvajadas y además las llegan a aplaudir. Esos individuos, aunque, por inconfesables componendas políticas, hoy estén ocupando las instituciones, nunca serán personas honorables ni tendrán autoridad moral para recriminar nada, y ahí incluyo a autores, cómplices, encubridores y «aplaudidores».
Acabo de oir, un Juez ha resuelto suspender el decreto que prohibía las estrelladas en el campo de futbol durante la celebracion del partido de la Copa del Rey entre el Sevilla y el Barcelona.
Mientras en el Campo Nuevo del Barcelona prohiben que los seguidores del Español entren con banderas de España.
Ojalá me equivoque, pero temo que habrá problemas.
!Ah! Si vuelven con los pitos durante la interpretacion del himno de España , lo mas suave que les van a decir es » quiyo, úntale m…al pito».
El sr. Presidente de la Generalidad , don Carlos Puigdemont , ha decidido acudir a la final de la Copa del Rey. Es un alivio porque lo íbamos a echar de menos, pero tela. Es que el partido sin su presencia en el palco no hubiese sido lo mismo sin él . Que desolación sin él y sin la sra. Colau.
Bueno, en todo esto parece que hasta se va a sacar algo bueno, pues ha escrito -según informaciones periodísticas- entre otras cosas que “….Son necesarias una dimisión y algunas rectificaciones», después de la resolución judicial suspendiendo cautelarmente el decreto gubernativo, el criterio del fiscal como sabemos era oponiéndose a la suspensión.
Es decir que va servir de ejemplo cuando cualquier tribunal deje sin efecto decisiones de órganos institucionales catalanes contrarios a la legalidad , pero según ellos nuevos pasos del proceso. Venga rectificaciones y dimisiones. No caerá esa breva.
O conozco poco el paño , o seguro que hasta los béticos más recalcitrantes, serán sevillistas en esa final y mira que eso en otra circunstancia es casi un imposible metafísico, . Vamos que hasta muchos ,antes del Barça , serán sevillistas.
Pero si los separatistas pitan el himno sigo diciendo que lo más suave que les van a decir es ” quiyo, úntale m…al pito”, o si es de Cádiz y aledaños “ pisha úntale m…al pito”.
Por último, sería necesario que en historia por ejemplo se estudiara con qué finalidad y contra quién, y por quién se diseñó la estrellada azul , a lo mejor se enteran algunos.Pero bueno eso es como pedir peras al olmo. Historia dice .Venga ya.
Estimado Clarete,
voy a aceptar que tiene razón, que quienes han hecho uso de la violencia para obtener unos fines políticos no está capacitado para acusar de corrupción al Estado y a los partidos que llevan controlándolo 38 años, pero … los que acusamos de corrupción al Estado y a sus amorales partidos políticos que han gobernado durante todos estos lustros hasta arruinar al propio Estado, ni hemos hecho uso de la violencia, ni del asesinato, ni hemos callado nada durante todo este tiempo y, por lo tanto, sí estamos capacitados para denunciar la salvajada cometida por el poder económico-financiero, a través de sus lacayos -los partidos políticos y los medios de comunicación-, y que nos han dejado ya a la inmensa mayoría con un futuro de muy baja calidad.