El día catorce de mayo del año 1955, se firmó en Varsovia (Polonia) una especie de acuerdo de cooperación militar anti-OTAN, por parte de la Unión Soviética y todos aquellos Estados que, en ese momento, eran satélites moscovitas: Albania, Bulgaria, Checoslovaquia, Hungría, Polonia y la República Democrática Alemana.
Digamos que esa especie de tratado fue una reafirmación de lo que en realidad era una pretendida expansión del dominio soviético por Europa (cuyas acciones fueron extremadamente atroces para la sociedad: genocidio, represión, máxima coacción, miseria, hambre…). Pero no nos vamos a centrar en ello (simplemente sirve de ejemplo introductorio a modo de pseudo-símil).
El motivo de la redacción de este artículo es el análisis de una cuestión de actualidad, que ha de preocuparnos, sin ninguna duda, aunque por otro lado, permitirnos una mayor toma de conciencia sobre la clase de enemigos que tenemos al mando de las correspondientes instituciones políticas. Precisa y exactamente, abordaremos el reciente «altercado» que ha tenido lugar en la embajada de México en Bolivia.
Personal diplomático español entra en un lugar de «refugio» de ex ministros de Evo Morales
El pasado viernes día 27, una diplomática de la embajada de España en Bolivia, responsable de cuestiones de negocios y llamada Cristina Borreguero, pretendió entrar en la embajada mexicana, acompañada de cuatro individuos «encapuchados». En el edificio en cuestión están «refugiados» varios ex ministros del ejecutivo dirigido por el socialista Evo Morales (quien actualmente se encuentra en Argentina).
De hecho, el gobierno interino boliviano, tutelado por la centro-derechista Jeanine Áñez, no solo sospecha que el gobierno español intentara rescatar a esos secuestradores políticos que están beneficiándose de un «asilo político» concedido por las hordas comunistas que controlan el Estado mexicano en estos momentos. También piensa que el hecho guarda relación con una consultora vinculada a PODEMOS.
Para recordar, se está llevando a cabo una investigación en torno a la consultora Neurona, a la cual estaría vinculada el ideólogo marxista Juan Carlos Monedero. Presuntamente, según varios diarios bolivianos (en base a informaciones de la oposición política boliviana), durante la era de Evo Morales, la formación política comunista y española PODEMOS podría haber recibido «hasta seis millones de dólares» expoliados a los bolivianos.
España como aliada, por vías estatales, del Foro de Sao Paulo
El triunfo electoral de Jair Bolsonaro, en Brasil, supuso un factor clave de desmoronamiento del Foro de Sao Paulo, una especie de entramado que implicaba a varios regímenes y gobernantes hispanoamericanos de extrema izquierda (no solo Cuba y Venezuela). Una especie de entidad financiera estatal servía a regímenes tiránicos como el cubano tanto para la financiación de obras como para la concesión de préstamos que resultaron en una contribución al endeudicidio que combate Bolsonaro.
No obstante, este entramado intenta sobrevivir, languideciendo. Para ello no solo se apostó por orquestar actos de asedio político (como ha ocurrido en Chile, Ecuador y Colombia, con pequeños pretextos que buscan reforzar el nivel de intervencionismo de esos Estados), sino por «renombrados» como el concepto del Grupo de Puebla, impulsado por el comunista Andrés Manuel López Obrador.
Por ello mismo, nunca le vendrá mal tener nuevos aliados, dependiendo de los correspondientes contextos circunstanciales geopolíticos. A todo gobernante le interesa participar de una u otra forma en el juego de las relaciones internacionales. Y habría consonancia, en este caso, ya que el Frente Popular tiene la misma ideología que gobernantes como Evo Morales, aparte de tener la misma cosmovisión hispanófoba y protomasónica.
En cualquier caso, si bien no debe de ser ninguna sorpresa, dado que Pedro Sánchez se ha negado a condenar el régimen venezolano (recordemos que su padre político, Zapatero, es colaborador del régimen narco-comunista venezolano, contando en tiempos con el beneplácito marianista para desarrollar lo que en teoría decía hacer) y ha sellado su alianza con el castrismo, estamos apreciando una consumación más, desde una perspectiva centrada en los asuntos políticos españoles.
Dicho de otra forma, ya concluyendo, del mismo modo que, con el nuevo gobierno social-comunista, el grado de intervención del Estado sobre la economía (aplastando a la sociedad) será mayor (aparte de otros males revolucionarios e hispanófobos), se seguirá trabajando en sellar alianzas globales con hordas totalitarias marxistas (pero otros seguirán diciendo que el problema era la Corona Hispánica).
