El debate sobre los salarios de los políticos vuelve a reavivarse tras la designación de Idoia Villanueva (Podemos) como senadora autonómica de Navarra. Como fórmula alternativa a rebajarse el sueldo, la nueva senadora cobrará una parte y otra la donará al partido. O mejor dicho, de todo lo que cobre, una parte la donará después al partido.
Si descendemos hasta al nivel más fundamental del debate, la pregunta sería para qué pagamos un sueldo a los políticos. La respuesta es para que hagan un trabajo. Y, puesto que es un trabajo importante (al menos el de los que llegan a gestionar la administración), el sueldo se supone que tiene que ser elevado para atraer al sector público a personas capaces y cualificadas para hacer ese trabajo. Poner a un incapaz al frente de un puesto importante podría salirnos muy caro. Si pagamos un dinero, es para que al frente de los puestos importantes de la administración haya gente competente.
Que el sueldo sea alto no garantiza la competencia del que lo cobra, pero si los sueldos son demasiado bajos es casi seguro que nadie competente querrá el puesto. Si ponemos en esos puestos a gente con la que iríamos de copas, pero que nunca ganaría esos sueldos fuera de la administración, el problema no es que los sueldos sean demasiado altos sino que somos tontos dejando que gente sin cualificación ocupe esos puestos. En todo caso, estos serían aproximadamente los argumentos para que los sueldos en determinados puestos de la administración sean altos. No obstante, podemos decidir que hay que bajar los sueldos de los políticos. ¿Pero qué sentido tiene la fórmula de que cobren lo mismo pero donen una cantidad al partido?
Es decir, a los contribuyentes nos va a costar lo mismo, no nos supone ningún ahorro que, después de cobrar el sueldo, lo done al partido o se lo gaste en cerveza.
Si de lo que se trata es de aumentar la financiación de los partidos políticos, tampoco se entiende que en vez de afrontar la impopularidad de aumentarla, se tome una puerta trasera para hacerlo a través de una bajada de sueldos que en cambio sí puede parecer popular.
Pero sobre todo, el problema mayor tiene que ver con la reflexión inicial.
La lógica de los sueldos elevados es la de atraer personas competentes, porque nos podría costar caro poner incompetentes al frente de la administración. Si en vez de bajar los sueldos se marca un límite a partir del cual hay que donar el dinero al partido, resulta que conseguimos no ahorrar nada y encima no hacemos atractivos los sueldos a las personas más cualificadas. No añadimos ninguna ventaja a la situación actual y en cambio tenemos un perjuicio. Los únicos beneficiados son los partidos políticos.
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6 respuestas
Iribas, Vera, Pejenaute, Barcina…Sanz…
Lista interminable de incompetentes.
Que devuelvan lo robaú!!!
Y además lo que estos desgarramantas consiguen es una exención del 20% de lo donado a partidos políticos, si no recuerdo mal y la legislación no ha cambiado, vamos, que puede ser que ni paguen impuestos los que van a hacer que los demás paguemos más.
Que Araiz y ZabalETA devuelvan lo robáu también, ¿no?
Y si ya devuelven sus amigachos lo del «Impuesto revolucionario» o robolucionario, genial, ese robo que tantos ricos ha creado en la izquierda aberlache con su «desinteresada» gestión.
y tan absurdooooo…., es como si yo dono la TOTALIDAD de mi sueldo a mi hijo, para poder decir que soy tan generoso que TRABAJO GRATIS,cuando en realidad TODO EL MUNDO se puede imaginar que esa DONACIÓN va a volver a repercutir en mi,vamos que para ver eso no hace falta hacer NINGUN MASTER en ningún lado,ni estudiar en las mejores Universidades del mundo,vamos que eso lo ven hasta los niños (de 0 a 3 años)de una guardería….
Pregunta:
¿ Quien es el anterior concejal de Urbanismo de Pamplona que se auto-adjudico una licencia de bar?.
No lo sabe nadie, eh?.
Pues este se bajo el sueldo para cobrarselo por otro lado, pero claro esos temas no os gustan no?.
Pasaran muchos años hasta que podais criticar algo y no recibais de vuestra medicina, honestos votantes de UPN-PP.