¿Qué significa de verdad jubilarse a los 67 años en vez de a los 65? Si habláramos sin temor a ser alarmistas, como medio libre, diríamos que el sistema español de pensiones ya ha incurrido en una quiebra, un default o un impago. Resulta evidente que si usted se jubila a los 65 cobraría una cantidad, mientras que si se jubila a los 67 cobraría otra. Si se tratara de una pensión de 1.000 euros, el estado estaría dejando de pagarle 24.000 euros. La reforma actual del sistema de pensiones encuentra su explicación en el hecho de que el estado español se da cuenta de que ya no va a poder seguir pagando las pensiones más que ahorrándose dos años de pensión por persona. Juzguen ustedes si resulta exagerado hablar de quiebra o default del sistema.
Las aportaciones de los cotizantes el año pasado, por primera vez, ya no cubren el pago de las pensiones
La izquierda, incluso la derecha, defiende el actual sistema de pensiones como si la amenaza que pesa sobre él fuera una previsión discutible. El problema es que ya no es una previsión, sino un hecho presente e indiscutible. El año pasado, por primera vez, las cotizaciones sociales de quienes tienen trabajo (94.4822 millones) no fueron suficientes para cubrir el gasto de las pensiones contributivas (95.714 millones). Las opiniones son discutibles, pero los hechos son sagrados.
El actual sistema de pensiones sigue la lógica de un negocio piramidal
La explicación del sistema actual es muy sencilla: los que están trabajando en la parte baja de la pirámide de población sostienen a los pensionistas que están arriba.
El problema empieza cuando los dos trabajadores que sostienen a nuestro pensionista también se jubilan. Entonces hay que duplicar el número de cotizantes para sostener a los pensionistas.
A su vez, estos trabajadores también se jubilan, lo que exige más y más cotizantes para sostener el sistema. Evidentemente nos encontramos ante un sistema que, para mantener los beneficios por arriba, requiere la entrada continua, creciente e infinita de participantes por la base de la pirámide. Como todo sistema piramidal, exige una progresión que el tiempo convierte en insostenible.
Esquema de pirámide
Para que vean que el fraude piramidal no es una idea nuestra, nos remitimos para su descripción a Wikipedia:
En economía se conoce como pirámide a un esquema de negocios que se basa en que los participantes refieran a más clientes con el objetivo de que los nuevos participantes produzcan beneficios a los participantes originales. El nombre de pirámide se da porque se requiere que el número de participantes nuevos sean más que los existentes. Estas pirámides son consideradas estafas o timos y se conocen por muchos otros nombres tales como timos en pirámide, círculos de la plata, células de la abundancia o esquemas Ponzi.
El riesgo de un esquema piramidal es que funcionan mientras existan nuevos participantes en cantidad suficiente. Cuando la población de posibles participantes se satura, los beneficios de los participantes originales disminuyen y muchos participantes terminan sin beneficio alguno tras haber financiado las ganancias de los primeros participantes. Este tipo de sistema se considera ilegal en varios países, como Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Canadá, Rumania, Colombia, Malasia, Noruega, Bulgaria, Australia, Nueva Zelanda, Japón, Nepal, Filipinas, Sudáfrica, Sri Lanka, Tailandia, Venezuela,Irán, República de China, España y en el Ecuador.
Puede que sea legal, pero entonces no es lógico
La siguiente cita ya no es de Wikipedia, sino de la Ley 29/2009, de 30 de diciembre, sobre el régimen legal de la competencia desleal y de la publicidad para la mejora de la protección de los consumidores y usuarios:
Artículo 24. Prácticas de venta piramidal.
Se considera desleal por engañoso, en cualquier circunstancia, crear, dirigir o promocionar un plan de venta piramidal en el que el consumidor o usuario realice una contraprestación a cambio de la oportunidad de recibir una compensación derivada fundamentalmente de la entrada de otros consumidores o usuarios en el plan, y no de la venta o suministro de bienes o servicios.
¿Dónde está mi dinero?
El dinero que usted cotiza toda su vida no se guarda en ningún sitio. Se ha utilizado para pagar a los pensionistas que le han precedido. Por tanto, cuando usted se jubila, ya no existe ese dinero. El dinero que cobramos cuando nos jubilamos no es el que hemos cotizado toda la vida, como sucedería en un sistema de capitalización, sino el que cotizan los que siguen trabajando. ¿Y qué sucede cuando es imposible que haya suficientes muñequitos verdes para compensar a los muñequitos rojos por lo previamente cotizado? Pues por ejemplo que los muñequitos verdes se tengan que empezar a jubilar a los 67 años, para que haya menos muñequitos rojos. O a los 69, ó a los 71… Otra medida complementaria dentro de la lógica piramidal es que los pensionistas, conforme aumente su número, cobren mucho menos dinero. En este momento no hay ninguna fuerza política parlamentaria en España con valor para plantear siquiera como hipótesis un sistema de capitalización en vez de uno de reparto. Pero es probable que el valor aumente conforme la población perciba que el sistema de reparto, basado en un principio piramidal, se está descalabrando.
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4 respuestas
Decir que nuestro sistema de pensiones es piramidal no es del todo exacto y las imágenes con las que se representa contribuyen a aumentar la confusión.
Nuestro sistema de pensiones tiene dos problemas: uno estructural y otro coyuntural: la fecundidad y el paro. Y los dos están relacionados.
El estructural -del que apenas se habla en general- es la caída de la fecundidad. Si nuestra pirámide de población fuera normal, no estaríamos hablando de ese problema. La caída de la fecundidad básicamente se debe a que el sistema no reconoce como fuente de derechos los hijos que las familias aportan al sistema.
El problema del paro está relacionado con el anterior por dos motivos. El primero es la productividad y el segundo el modelo de hijo único. En un mundo global la competitibidad depende de la productividad del trabajo; pero si la productividad del trabajo es mayor (hacer lo mismo con menos trabajadores), o aumenta la demanda o aumenta el paro. Si no hay crecimiento demográfico, a largo plazo aumenta el paro.
En segundo lugar la familia del hijo único es una familia que tiende a producir ingenieros, médicos, generales, arquitectos, abogados… y nadie quiere hacer las tareas propias de los ‘currantes’. Ya puedes tener arquitectos geniales, que si no hay encofradores, carpinteros, fontaneros… la casa no se construirá.
En resumen: la familia del hijo único por egoismo… es profundamente insolidaria y estéril socialmente.
El esquema Ponzi es: una operación fraudulenta de inversión, que implica el pago de prometedores o exagerados rendimientos (o utilidades). Esta estafa consiste en un proceso en el que las ganancias que obtienen los primeros inversionistas son generadas gracias al dinero aportado por los nuevos inversores que caen engañados por las promesas de obtener grandes beneficios. El sistema sólo funciona si crece la cantidad de nuevas víctimas
CONCLUSION: que un delincuente tiende a tratar de calmar su inquieta conciencia señalando otros que también hacen similar mal, como justificación de que no es el único delincuente.
Se busca urgentemente partido político que incluya en su programa (al menos) tres puntos: 1.-reforma integral del actual título VIII de la Constitución (con desmantelamiento de las autonomías incluido)
2.-cheque escolar
3.-seguridad social por sistema de capitalización
Razón aquí. Ofrezco mi voto.
Anmoreno.- No niego que, en cierta manera, tenga alguna verdad lo que dice Ud. de que la familia con pocos hijos tiende a darles una alta preparación.
Pero caramba, ¿ha pensado Ud. en lo que dice? ¿Tengo que tener muchos hijos PARA QUE puedan ser peones, limpiadores públicos, repartidores de cartas?
Me atrevo a apostar cien a que Ud no tiene hijos para eso. No sé por qué. Yo, desde luego, quiero que tengan la mejor educación posible, porque es garantía de que tendrán mejores oportunidades de prosperawr y tener una ocupación bien remunerada, y no dependan de la cosecha.
Por otra parte, me parece obvio que esos puestos de trabajo menos cualificados puedo traerlos de fuera, dando oportunidad a personas sin preparación para lucrarse con un trabajo, y conseguir con su esfuerzo que su/s hijo/s alcancen el mejor grado posible de preparación humana y profesional. En la medida en que el grado de desarrollo humano de un país es mayor, esos empleos de baja cualificación van desapareciendo, sustituidos por una economía que da mayor valor añadido y sustenta mayor riqueza.
Para que Ud. me entienda, cuando en el campo desaparecieron los espigadores, los aguadores, los arrieros, (¡los recogedores de boñigas, y lo digo en serio!) no fue porque sus «egoístas» padres se hubieran empeñado, sino porque -gracias a sus estudios, al trabajo de sus padres, a la educación y a la sanidad- pudieron formarse mejor y trabajar en empleos mejor remunerados.