Jorge Fernández, ministro del Interior, ha sido en las últimas horas el sustituto de Toni Cantó como blanco de toda la maquinaria de ingeniería social destinada a mantener, cual moderna inquisición, la pureza indiscutible del discurso políticamente correcto. Estas son las palabras del ministro que participaba en un coloquio sobre Religión y Espacio Público celebrado en la Embajada de España en Roma:
“Si nos oponemos al matrimonio entre personas del mismo sexo, no podemos usar argumentos confesionales. Existen argumentos racionales que dicen que ese matrimonio no debe tener la misma protección por parte de los poderes públicos que el matrimonio natural. La pervivencia de la especie, por ejemplo, no estaría garantizada”.
Las acusaciones de homofobia se precipitaron sobre el ministro al instante desde todos los frentes. Sin embargo, si juzgamos al ministro sin usar argumentos confesionales, lo cierto es que no se puede decir que el matrimonio gay garantiza la supervivencia de la especie. Es decir, que lo afirmado por el ministro no sólo es verdad sino casi una obviedad. Evidentemente alguien podría decir que también podría cuestionarse entonces el matrimonio entre personas alguna de las cuales fuera estéril. Pero eso nos llevaría a concluir que la homosexualidad es tan normal como la esterilidad. Es decir, tan poco normal como la esterilidad. Y prácticamente por las mismas razones. Sin embargo, nadie cuestiona que haya algo que no funciona como debiera detrás de la esterilidad. Acerca de todos estos asuntos no se puede pensar.
16 respuestas
Si es homófobo decir que el matrimonio gay no ganrantiza la supervivencia de la especie, por la misma regla de tres es homófobo decir que 2 y 2 son 4, o que si te tiras por la ventana desde el decimo no te matas.
Pero probablemente los homófilos se reproducen suman mejor y hasta vuelan… El problema es que los homófobos no queremos verlo.
La intervención del Ministro se realizó en la Embajada de España en Roma; desde luego, y en esto parece que coincidimos con NC, le sobra la última parte de la reflexión, porque el matrimonio no garantiza de la pervivencia de la especie, que es desafortunada desde incluso una vertiente teológica. Y, además, problablemente, si hubiera comenzado su intervención diciendo: «…como cristiano que soy…» se hubiera entendido mejor, siempre suprimiendo el mismo inciso
No saquen de contexto mis palabras, por favor, porque creo que la intervención del Sr. Fernández se olvidará pronto, pero sería tanto como decir que el celibato tampoco garantiza la pervivivencia de la especie.
No hay que confundir biología con teología.
Lo que en pasta ha dicho el ministro es que el matrimonio «clásico» debe tener una mayor protección dado que asegura la continuidad de la especie… y LA CONTINUIDAD DE AQUELLOS QUE NOS VAN A PAGAR LA PENSIÓN CON SUS IMPUESTOS Y VAN A CUIDAR DE NOSOTROS CUANDO SEAMOS MAYORES. Espero que así, en mayúsculas, los adoradores en la inopia del becerro de hojalata y papel couché del Nuevo Orden Mundial retroprogre se enteren de qué va realmente la cosa. Se busca una socieda controlada y amasable, y no se escatiman medios para conseguirla y que unos poquitos puedan inmensamente disfrutarla.
Dos observaciones a las declaraciones del ministro:
1-en las actuales circunstancias, hay más peligros derivados de la superpoblación que de la falta de personal. Hablar de extinción de la especie humana está fuera de lugar.
2-Por esa regla, el voto de castidad tampoco garantiza la supervivencia de la especie. Los matrimonios sin hijos, tampoco.
Tan homófobo como anticlerical es decir que en la iglesia hay sacerdotes pederastas. Sólo un hecho objetivo, y un comentario que «sobra» para la fracción de la población que se siente agredida por ese intento de menosprecio.
No es el argumento, pero es un argumento, el mismo por el que la sociedad protege el matrimonio. Si el matrimonio no estuviera llamado por naturaleza a mantener la especie y educar a la prole no necesitaría ser regulado. Dentro de nada pretenderán legalizar la zoofilia y otras filias.
Hay un epigrama latino, que viene a resumir lo que ha dicho el ministro. El verso final traducido era «Roma, ¿todavía pretendes que para?»
Paco: ¿Donde dices que hay superpoblación? ¿En la Tierra? si metemos a todos los habitantes de la tierra en el estado de Texas (EEUU)nos toca, más o menos, a unos 110 metros cuadrados de terreno, un piso amplio para uno solo ¿no te parece?. Y se tira la mitad de la comida que se produce en el mundo.
¿Donde está esa superpoblación de la que habláis tanto?
No se si es homófobo decir que el matrimonio gay no garantiza la supervivencia de la especie, pero sí es estúpido decirlo. Haya o no matrimonio gay, aproximadamente el 5% de la población va a ser homosexual, mal que les pese a algunos. Que ese 5% de la población se case o no no va a influir en la natalidad, esas personas no van a tener hijos biológicos de todas formas, legalicemos el matrimonio o no.
Me parece que este señor y los redactores de NC ya no saben que hacer para disfrazar su homofobia de racionalismo.
Que el matrimonio gay no garantiza la continuidad de la especie no es un comentario homófobo, sino una obviedad. Asegurar que por este motivo el matrimonio gay no merece la misma protección que el matrimonio natural, es un comentario homófobo disfrazado de racionalidad. Fundamentar la protección jurídica del matrimonio en la continuidad de la especie me parece de lo más manipulador. En fín, bajo mi punto de vista este señor debería buscar otros motivos menos absurdos para justificar que le molesta que exista el matrimonio gay.
Homofobo y demagogico. Hacerse saxerdote o monja tampoco perpetua la especie. Los solteros y matrimonios sin hijos tampoco. Además existen tecnicas por las cuales se pueden tener hijos de otra manera. Además existe la adopcion que puede ser en pareja o monoparental… Y no sigo. Este señor se ha metido un charco …
Definición de matrimonio según la RAE: En determinadas legislaciones, unión de dos personas del mismo sexo, concertada mediante ciertos ritos o formalidades legales, para establecer y mantener una comunidad de vida e intereses.
Y a lo que se opone el ministro es al matrimonio homosexual.
Lo que no garantiza la pervivencia de la especie es el sexo entre homosexuales y no el matrimonio.
Desde luego, está claro que para muchos es leer la frase matrimonio gay distinto de matrimonio, y se acabó el raciocinio. Ya no se puede utilizar la lógica.
A ver, está claro que los célibes, los solteros, las monjas, los curas, los estériles, los impotentes, los eunucos, etc no pueden perpetuar la especie. Y nadie ha arremetido contra ellos por no hacerlo, al igual que nadie arremete contra los homosexuales por este motivo.
Lo que dice el ministro es simplemente que el matrimonio, es una institución que favorece el ambiente para la procreación y como tal hay que protegerlo.
Acaso los célibes, monjas, curas, etc… están regulados como un matrimonio? Qué manera de mezclar curras con merinas! Las mayúsculas del comentario de ciudadano caña son la clave. y si no que alguien mire la pirámide poblacional de Navarra.
Y el que no lo quiera ver, pues nada, ciego y a ser feliz, que no pasa nada. Si la vida son cuatro días.
Esto es un poquito de integrismo religioso por parte del ministro. Por ser quién es, es noticia, por lo menos para NC. Desde un punto de vista laico, los homosexuales pueden tener hijos porque pueden adoptarlos, e incluso si la pareja la conforman 2 mujeres gestarlos. Y hay matrimonios heterosexuales que no pueden tener hijos, ¿son menos matrimonio? Y si estos mismos no quieren tener hijos ¿menos todavía? Los que sean un poco cristianos no lo entenerán y el resto, pues sí. Lo dicho, integrismo, que afortunadamente va desapareciendo, aunque no en las posiciones de derechas, puesto que se confunde conservadurismo con liberalismo. Así tenemos la derecha que tenemos en España y en Navarra.
Yo estoy en contra del matrimonio sin amor ni respeto, ya sea el matrimonio homosexual o heterosexual. Y viceversa, estoy a favor del matrimonio con amor y respeto, ya sea el matrimonio homosexual o heterosexual.
Respecto a la idoneidad del término «matrimonio», pienso que los términos evolucionan. Por ejemplo, yo percibo (por suerte) un SALARIO, pero no me gustaría que me dieran a fin de mes un paquete de SAL, por mucho que sea etimológicamente más adecuado.
Como decía algún comentarista anterior, estas declaraciones prueban el integrismo que anida en parte de la derecha española.
1. El matrimonio es un contrato para regular legalmente la convivencia entre 2 personas. Y cuando se da el caso, el tema de los hijos. Pero el tema principal no es tener hijos o no, si no los matrimonios sin hijos no serían matrimonios. Tan sencillo como eso.
2. Hablar de extinción de la especia humana en 2013 es de una imbecilidad suprema: es mucho más preocupante la superpoblación y la escasez de recursos. Pero este señor, como la mayoria de integristas, tiene una mentalidad anclada en el siglo I. Después de Cristo, claro. Por eso sólo piensa en aumentar el número de su tribu.
3. Los homosexuales pueden tener hijos como los demás, ya sea biológicamente con una persona del sexo opuesto, o adoptándolos. Anda que no hay padres de familia con hijos y que salen del armario.
Me hace gracia que Nc y medios afines defienda a este impresentable ministro pero luego se auto denominen “liberales”. Que risa. Si fueran liberales, dejarían que cada uno haga lo que quiera. Porque, ¿Qué más le da al ministro si un gay pueda casarse con otro gay o no? En qué le afecta eso? En nada. Si se casan o no, ellos verán. Pero negar el derecho, ahí está el problema. Pero claro, luego nos vendrán con monsergas sobre los progres que quieren imponer el pensamiento único. Eso tiene un nombre: inversión de los valores. Es como Goebbels u Txeroki hablando de democracia.
Por último, una reflexión: la derecha española se llena la boca de nacionalismo barato, con grandes banderas y exaltación patriótica. Pero luego ceden una parte importante de soberanía a un país extranjero como el Vaticano. El cual estado mira por su interés, no por el de los españoles. Pero España sufre la maldición de no tener una derecha laica como la francesa…