Habitualmente los españoles leemos los periódicos en vez de la web del INE. Tal vez sea un error en estos tiempos. Leyendo los datos que va publicando el INE, por ejemplo, encontramos recién publicado el Avance enero-mayo de 2019 y de 2020 de Defunciones según la Causa de Muerte. La nota del INE contiene en lo que se refiere a Navarra un par de datos interesantes.
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Entre marzo y mayo de 2020 (durante la primera y más brutal oleada de la pandemia), el mayor número de fallecimientos identificados por COVID-19 ocurrieron en centros hospitalarios. Los mayores porcentajes por esta causa se registraron en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla (100%) y en las Islas Baleares (94,3%). Por el contrario, los menores porcentajes se registraron en Comunidad Foral de Navarra (59,3%), Región de Murcia (61,9%) y La Rioja (66,4%). Es decir, durante la primera oleada del virus Navarra fue la comunidad española en la que menos personas confirmadas como infectadas murieron en los hospitales.
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En cuanto a las defunciones por COVID-19 sospechoso, en la mayoría de las comunidades y ciudades autónomas se dieron en residencias socio-sanitarias y en domicilios. Los mayores porcentajes de fallecimientos en residencias se dieron en Navarra (67,5%), Comunidad de Madrid (64,9%) y Castilla-La Mancha (60,1%). O sea, que Navarra fue durante la primera ola la comunidad con más muertos por COVID en las residencias y menos en los hospitales.
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Los datos contrastan bastante con la idea esparcida por la izquierda y sus altavoces mediáticos de que las defunciones en las residencias fueron una característica particular de Madrid o de las comunidades gobernadas por el PP. O de que se abandonó a los ancianos sin llevarlos a los hospitales en Madrid y en las comunidades gobernadas por el PP. Puesto que Chivite y el PSN han entrado de lleno en el fango de la utilización política de los muertos, interesa particularmente puntualizar lo que ha sucedido aquí.
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No se trata sin embargo de echar los muertos a Chivite como el PSOE se los echa encima a Ayuso. Se trata más bien de denunciar la falta de escrúpulos y la hipocresía. Seguro que Chivite y Ayuso, con sus errores, como todos los demás, lo hicieron lo mejor que supieron tratando de salvar al máximo número posible de personas. Por lo demás tampoco puede sorprender la mortalidad que tuvo lugar en las residencias. Los ancianos son el colectivo más vulnerable frente a este virus y las residencias son lugares en los que se concentran muchos ancianos en muy poco espacio. Difícilmente la mayor mortalidad podía haber tenido lugar en cualquier otro sitio.
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No cabe pensar otra cosa, por otro lado, sino que las residencias con carácter general también trataron de hacer las cosas lo mejor posible y con la mejor intención para evitar la muerte del mayor número de ancianos. Otra cosa es que en determinados momentos se vieran desbordadas. ¿Podría haberse obtenido un mejor resultado si todas las residencias hubieran estado medicalizadas? La pregunta, por el contrario, es si tenía sentido medicalizar las residencias en ausencia de una pandemia de las características de la que estamos atravesando. Los hospitales también se vieron desbordados (por eso llegó el confinamiento domiciliario) y en ello tuvo un papel más relevante la gestión política de la crisis que la cantidad de recursos. Es decir, ante una pandemia como esta es imposible que pueda haber recursos suficientes cuando se toman muy tarde las medidas de contención, y eso es una responsabilidad del gobierno, que no hizo nada hasta pasado el 8M de 2020. Recordemos también que el gobierno aseguraba que los medios que ya había para la gripe serían suficientes para el COVID, por lo que no hizo nada por incrementar los medios materiales hasta que las carencias se hicieron tan evidentes como dramáticas. Por lo demás las cifras de mortalidad COVID señalan que no hay una relación entre gasto sanitario por habitante y muertos por COVID. Navarra tuvo muchos más muertos que Andalucía y Grecia o Portugal muchos menos que España, al menos durante la primera oleada. De nada sirve tener algunos hospitales más o medicalizar las residencias si al mismo tiempo estas recomendándole a la población que no use mascarilla o que no haga cuarentenas. La diferencia la marcaron la capacidad de reacción al principio y ahora la compra de vacunas. En ambos casos han triunfado los que han ido anticipándose a los acontecimientos, han sido más astutos y han gestionado mejor. Aquí hemos aprobado una ley de eutanasia, hemos puesto bancos arcoiris y hemos acercado a los presos de ETA. El gobierno se ha dedicado al activismo en vez de a la gestión.
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https://www.ine.es/prensa/edcm_ene_may_19_20.pdf
