¿Conflicto entre austeridad y crecimiento? No hay tal. No son políticas alternativas. Aceptar el debate en esos términos supone ya de entrada partir de un error de base. El crecimiento no es consecuencia de la falta de austeridad. Lo que resulta de la falta de austeridad es la ruina. De hecho la alternativa a la austeridad no es el crecimiento sino subir los impuestos. Por lo demás, ya hemos visto que subir los impuestos no estimula precisamente el creamiento; en realidad, ni siquiera mejora la recaudación. El Wall Street Journal publica un interesante artículo en torno a todas estas cuestiones redactado por Angel Martín Oro, economista y director del Observatorio de Coyuntura Económica del Instituto Juan Mariana. He aquí algunas de las reflexiones planteadas por el artículo que a través del WSJ encuentran eco hoy en todo el mundo:
– En España no es que esté fallando la política de la austeridad: es que no se está practicando apenas la austeridad.
-No se puede llamar austera a la política del PP por recortar modestamente algunos gastos.
– No se puede llamar austero a un gobierno que, más que recortar, se dedica a exprimir todavía más a los contribuyentes con nuevos impuestos.
– En 2011 el gasto total del sector público ha sido un 13% superior al del año 2007 y el doble que en el año 2000
– Entre 2007 y 2011 el gasto público se ha incrementado un 4,4% como porcentaje del PIB frente a sólo un 2,1 de Alemania.
– La deuda pública como porcentaje del PIB ha crecido desde 2007 un 90% en España, frente al 50% de los USA o el 25% de Alemania
– Entre 2008 y 2009 el gobierno socialista llevó a cabo la mayor política de estímulo económico desde el sector público del mundo desarrollado, después de los USA. No se generó crecimiento,ni empleo, se multiplicó la deuda pública y se llevó a una situación límite a las cuentas del estado. Estamos donde estamos no por la austeridad sino por una equivocada política de estímulos.
– Sólo tras una auténtica política de austeridad fiscal y otras medidas de liberalización de la economía don Mariano Rajoy tendría derecho a decir que ha hecho todo lo que ha podido para tranquilizar a los mercados. De momento, ni de lejos es el caso.
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2 respuestas
Queda mucho trabajo por hacer, lo primero sería fuera toda subvención a partidos políticos, sindicatos y patronal. El problema que ésto que es de cajón, ya habrá un partido y dos sindicatos que harán una oposición frontal y en la calle, alegando que es antidemocrático y bla bla bla. Si en éso se ponen así calculen el resto. La subvención es la vida para ellos, no se dan cuenta (o tal vez sí) que es un latrocinio pero con otro nombre en el 95% de los casos, y en el 99% del montante económico.
Estoy de acuerdo en que hay que desmontarles el chiringuito. Pero una reflexión: si con subvenciones, los partidos políticos recurren a la financiación ilegal… no quiero saber qué harían si se las quitáramos.
Por cierto, esto, eso y aquello… no llevan tilde.