Hoy es el día en que el Congreso de los Diputados, con toda probabilidad aunque por los pelos, aprobará la Ley de Financiación Autonómica elaborada por el gobierno socialista. Esta nueva ley de financiación se caracteriza por hacer caso omiso del desplome de la recaudación, incrementar en otros 11.000 millones de euros la financiación de las comunidades autónomas y dejar el reparto de esa cantidad al albur de las negociaciones políticas. Incluso el diario El País, muy crítico con esta norma, no duda en tildarla de “ecuación imposible” ante la caída de los ingresos públicos, y en calificar como “virtuales” esos 11.000 millones de euros.
Otra fuente de interés de la noticia, sin embargo, radica en que este tipo de reforma requiere una ley orgánica. Es decir, se trata de una ley que no se puede aprobar por mayoría simple, sino que exige mayoría absoluta, en este caso el apoyo de 176 diputados. En esta ocasión el PSOE no cuenta con el apoyo de CiU ni el PNV, por lo que en principio sólo dispone de sus 169 diputados, 2 de Coalición Canaria, 3 de ERC, 1 de ICV, 1 de Nabai y otro de UPN. En total, un máximo de 177 escaños. Huelga decir que la cuenta no sale sin los dos escaños navarros que, en este caso, votarán de forma coincidente. Coincidentemente, las concesiones presupuestarias que benefician a nuestra comunidad son hoy noticia en los medios navarros.