La sentencia del tribunal es clara. Buena parte de los libros de texto que se utilizan en las ikastolas navarras «presentan contenidos referentes a la Comunidad foral totalmente distorsionadores de su realidad natural, histórica, jurídica, social, geográfica y política«.
El TSJN estima además que se incluye a Navarra en los ámbitos de la historia, geografía, relieve, hidrografía, economía y demografía “en un ente hoy inexistente como es la denominación de Euskal Herria”.
En consecuencia, el tribunal ampara la negativa del Gobierno de Navarra a financiar la compra de esos libros de texto que niegan la realidad de Navarra. La noticia viene a confirmar que la educación de las ikastolas a los niños incluye una mapificación falsa y muy particular a costa de la recaudación real y general de todos los navarros.
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8 respuestas
nada, no hay dolor. ZParo con una enmienda del PNV lo hará por nosotros… pero siempre con nuestros impuestos. Qué majos son estos nazional-sozialistas que nos llevan de excursión…. en trenes de ganado hacia Berriotreblinka
Tanto BILDU como NA BAI incluyen en su programa electoral la exclusión radical y absoluta de la religión de todos los centros de enseñanza, alegando el peligro que corren los escolares de sufrir “adoctrinamiento”.
Por más que pienso no se me ocurre un término más adecuado para reflejar lo que ocurre en la escuela vasca.
Quien quiera ver la demostración palpable no tiene más que pasarse por el centro de salud de la Chantrea. En la entrada al mismo están expuestos los carteles que dibujan los niños de la ikastola colindante con motivo de las fiestas del barrio. Hay dibujos de niños de infantil y primaria y en prácticamente todos, un denominador común: la ikurriña. Es omnipresente. Y eso que este año son más suaves (o no han puesto dibujos de chavales mayores); el año pasado había muchas obras con consignas políticas, referidas a los presos o reivindicando una ‘mesa nacional de negociación’. Los niños van perdiendo la inocencia con los años y transmiten lo que ven y lo que oyen. A mí me habría encantado que mis hijos aprendieran el Nafar Hizkuntza, pero no paso con el adoctrinamiento político a que se les somete. Hoy por hoy, un chaval que termina sus estudios en secundaria en la ikastola tiene casi nulas posibilidades de ser otra cosa que nacionalista, abertzale o radical. El que no lo sea, es una ‘rara avis’. Es imposible no asimilar el bombardeo constante desde que comienzan. Yo me pregunto, porqué sino, el PNV y resto de partidos vascos pusieron y ponen tanto interés en los libros de texto de las ikastolas navarras? Porqué un niño que estudia en la ikastola no puede aprender con los mismos textos que otro que va a un colegio público de Bera, Mendillorri o Arguedas? Porqué un niño de ikastola de cuatro años sabe dibujar perfectamente la bandera de otra comunidad autónoma? Porqué no la de la suya? Acaso los valores, la esencia de la lengua y la cultura no están representados en otra cosa que no sea la ikurriña? Dibujar una bandera solo es la punta del iceberg, me temo.
Si, si. Pero Irati y Asier, Mikel, Iker y Xabier son los nombres más puestos en Navarra en el 2010.
¿Saben los de España? David y María
¿Saben los de un sitio tan nacionalista como Lleida? José (que no Josep) y María.
Como para no creer en el Euskalherria.
Bueno Vecino, y mi nombre es Árabe y mi padre de sultán no tiene un pelo.
Si vas a defender la existencia de una nación por los nombres que se ponen en su territorio…
Yo mis raíces euskaldunes no las niego, es más me siento orgulloso de ellas, mi hija se va a llamar Nerea y no, no creo en EH.
Llego a la misma conclusión que Verónica en su video (aunque no me convencen todos sus pasos).
Además, el pueblo en 33 años de transitoria cuarta no a querido dar ni el primer paso… por algo será.
Pues ya era hora que El Tribunal Superior de Justicia de Navarra falla contra los libros de texto de las ikastolas.
Espero que esto abra los ojos a nuestros políticos que tantos años han gobernado sin hacer nada al respecto, su ineficacia y su falta de acción al respecto ha sido insultante.
El Sr. Sanz se apoltronó en su sillón y se dedico a ver la vida pasar, sabiendo que tenía su trono asegurado 4 años más y mientras en avance de los nacionalistas en nuestras escuelas públicas, con dinero público y con la inacción de un gobierno pasota o acomplejado.
AEM: Hace tiempo que en este confidencial me he cagado reiteradamente en la Transitoria Cuarta.
Su nombre puede ser el que usted quiera, pero respóndame a una pregunta: ¿Por qué en Alava los más puestos son José Luis y María del Carmen? ¿Y en Cantabria -tan límitante del País Vasco como Navarra- Antonio y María? ¿Y en Burgos José y Marta? ¿Y aquí molan tantos las Nekanes, Zumbeltzs y demás?.
Al final, será el RH, si ya se lo he dicho muchas veces. O que les mola ser más vasquitos que nadie. Y Medilibar entrenando el Osasuna, claro.
El “nacionalismo lingüístico” persigue implantar la enseñanza en vascuence y extender el “batua” a toda Navarra. Se trata de una estrategia política disfrazada de acción cultural, de respeto a un habla ancestral. Un habla que históricamente no alcanzó sin embargo la categoría de lengua apta para la comunicación social escrita transmisora de cultura. Es indiscutible que ese papel fue reservado en la historia al latín culto, a las diversas lenguas romance surgidas en Navarra en la Edad Media y posteriormente – desde el siglo XVI – a la lengua española. Una lengua que resultó de la involuntaria y espontánea fusión de diversas lenguas romance y que tanto debe a su “vector navarro” que irradió a todos los reinos cristianos peninsulares desde San Millán de la Cogolla en el siglo X. Y en esas lenguas escritas – no así en las hablas vascuence – se ha forjado y se ha transmitido la tradición y la cultura de Navarra.
Actualmente el vascuence ha dejado de evolucionar como instrumento de comunicación social para hacerlo – “con furto o maña” – por motivos de orden extralingüístico, como instrumento de acción política. La reciente reunión de hablas dialectales vascas en una versión “batua” para uso oficial y en la enseñanza, ha sido el mayor éxito del nacionalismo secesionista vasco y en la extensión del batua se centra actualmente el proselitismo nacionalista, convenientemente apoyado desde la Transición por la violencia intimidatoria de ETA.
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