En la reunión del Comité Regional del sábado, José Blanco intentará explicar a los socialistas navarros la decisión adoptada por Ferraz. En esa misión le acompañarán Carmen Hermosín, Alvaro Cuesta y Oscar López. Al parecer, el PSOE debe manejar encuestas que no le son tan favorables como las del CIS, y han comprendido que su radicalismo les puede costar una sangría de votos por el centro. Esa es la razón por la que se vetó el pacto con Nabai. No es previsible que la sangre llegue al río internamente. Lizarbe acaba de declarar que la culpa no es ni de su grupo ni de Ferraz, sino exclusiva responsabilidad de la actual dirección, a la que pretenden suceder: “Parece que la culpa la tienen los críticos, Ferraz, el resto de fuerzas e incluso los medios de comunicación. Ferraz ha tomado una decisión que no compartimos, pero alguna culpa tiene quien ha dirigido este proceso con una carta blanca del comité regional para negociar”.
El debate interno del PSN, por tanto, no es nacionalismo o no nacionalismo, ni izquierda o derecha, sino arriba o abajo. La auténtica crisis, la que interesa de verdad, en realidad está fuera del partido, entre los votantes, entre todas las rosas díez y savateres anónimos de la izquierda que votan al PSN y al PSOE. La actualidad demuestra que es por ahí es por donde realmente se está desgarrando el PSOE mientras Zabaleta tiene hipnotizado al PSN. Las encuestas de Blanco, al parecer, deben decir lo mismo que los titulares de los periódicos. Quizá por ahí vayan a ir sus explicaciones el sábado.