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La decisión de la Fundación Amancio Ortega de donar 320 millones de euros a la sanidad pública para renovar los equipos de diagnóstico y tratamiento del cáncer en los hospitales públicos ha suscitado el rechazo de algunas organizaciones y partidos políticos.
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En Podemos han sido varios los portavoces que se han manifestado en contra de la donación y esta semana se ha sumado al rechazo la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Aragón. La semana pasada fue la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Canarias la que criticó el gesto de solidaridad de Amancio Ortega (que superó un cáncer hace unos años) llegando a afirmar que «no podemos sino sonrojarnos de vergüenza ajena» ante el donativo. La misma asociación del País Vasco y la de Galicia rechazaron la donación en términos similares. Todas estas asociaciones se integran dentro de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP).
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Ortega no hace la donación en vez de pagar impuestos, sino además de pagar impuestos
El escenario ante el que nos encontramos no es que Amancio Ortega ofrezca una donación en vez de pagar impuestos. El hecho es que, después de haber pagado sus impuestos, Amancio Ortega, además, decide hacer una donación. Hay quien acusa a Inditex de ingeniería fiscal para pagar menos impuestos, pero eso no tiene demasiado sentido. No se puede llamar ingeniería fiscal a pagar lo menos posible dentro de la ley. Si alguien paga más de lo que la ley le exige sería donación al estado, lo cual se nos dice que está muy mal. Si Amancio Ortega no hubiera pagado lo que le toca por ley, entonces quienes le ningunean la generosidad deberían presentar una denuncia en vez de escribir comentarios en Twitter. Eso por no mencionar que si Amancio Ortega quisiera pagar menos impuestos, simplemente le bastaría con domiciliarse en Miami, como han hecho muchos otros, incluyendo algunos héroes y símbolos de la izquierda.
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¿Y si Amancio no deja de ser generoso aunque le suban los impuestos?
Es decir, Podemos podría subirle los impuestos a Amancio Ortega al 60%. O al 70%. O al 80%. ¿Pero y si Amancio Ortega decidiera hacer una donación con el dinero del otro 40%, o del otro 30%, o del otro 20%? La única forma segura de salvarnos de las donaciones de Ortega sería subirle los impuestos al 100%. Pero claro, ¿quién abriría una tienda o se levantaría siquiera de la cama si tuviera que pagar al estado el 100% de lo que ganara? La izquierda radical preferiría cargarse Inditex, que genera anualmente 2.500 millones para las arcas públicas, mantiene más de 150.000 empleos y paga 3.300 millones en cotizaciones y salarios, que aceptar una donación de Amancio. Una vez destruidos todos los Amancios de España y del mundo, la sanidad pública y el empleo los iban a mantener Echenique y Laura pérez.
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El riñón de Amancio
La reducción al absurdo de la postura de Podemos y las asociaciones autoproclamadas defensoras de la sanidad pública es tan obvia que, por esa regla de tres, habría que rechazar un riñón de Amancio Ortega o de Rafa Nadal para salvar a otra persona. Habría que sacar de las listas de donantes a todos los seres humanos que la izquierda radical considere impuros, como empresarios, militares, policías, patriotas o católicos. Es más, directamente deberían prohibirse las donaciones de órganos. La salud es un derecho y los enfermos y no pueden depender de la caridad privada.
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Si los recortes cuestan vidas, el populismo también
Nos hemos hartado en los últimos años de escuchar que los recortes en la sanidad cuestan vidas. Pues bien, lo que están haciendo Podemos y estas extrañas asociaciones defensoras de la sanidad pública (con estas defensoras no le hacen falta enemigos) es proponer un recorte sanitario de 320 millones de euros. Mejor morir a ser tratado por una máquina pagada por Amancio Ortega. Antes muertos que curados con el dinero de Amancio.
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4 respuestas
Deseo de todo corazón que ningún líder de esta izquierda imbécil muera por haber sido diagnosticado y tratado con una máquina obsoleta.
Estos locos han llegado a decir que es mejor no tratarse en cáncer que usar esas máquinas. Estoy seguro que los dicen por los hijos DE LOS DEMÁS, no a los suyos y sus excelencias,
Y lo de la donación por favor ni lo mentes. El China la donación es obligatoria para los que el régimen condena a muerte, y encima la familia paga la bala. Estos matarifes son capaces de convertirnos en donantes de órganos a la fuerza, vivos o no. Así que no les den ideas.
El otro día pasé vergüenza ajena escuchando las escusas de mal pagador que daba la portavoz de una de esas asociaciones anti-Amancio. Se decía radióloga, pero se quejaba de que la maquinaria moderna de diagnóstico de cáncer en perjudicial porque detecta demasiados tumores sin importancia y que eso es perjudicial para el paciente. Ante eso, yo pienso que lo que en realidad rechazan estas lumbreras de la medicina es la formación añadida que conlleva la implantación de nuevas tecnologías hospitalarias. Eso de tener que estudiar cada día más… ¡qué pereza les da!.
¡Vamos hombre! ¡Más Amancios y menos Cañameros!. Eso es lo que hace falta en España y en todo el mundo.
Lo que demuestran esos «políticos» que rechazan la donación es que sus ideas están por encima del bienestar de la población; que según ellos, la sociedad debe estar al servicio de la ideología, y no al revés como debiera ser.