El quesito nacionalista

Los quizá de Koldo Martínez

La formación de Uxue Barcos en Navarra no quiere acudir en solitario a una nueva cita electoral. Koldo Martínez ha expresado a este respecto que «quizás haya que pensar en fórmulas distintas a las que se mantuvieron en diciembre para hacer posible la formación de un gobierno en el Estado» y que «quizás no estuvimos acertados en el diagnóstico y por eso tal vez haya que pensar en nuevas fórmulas».

Aceptación a posteriori de la debacle nacionalista

Da la impresión de que Geroa Bai, cuatro meses después del 20-D, reconoce al fin la debacle nacionalista, al punto de que Bildu y Geroa Bai se quedaron sin representantes navarros en el Congreso de los Diputados. El gran vencedor del cuatripartito fue Podemos, que obtuvo 2 diputados de los 5 en liza y 80.961 votos. Geroa Bai consiguió 30.554 votos, no muchos más que Ciudadanos con 24.815. La suma del voto nacionalista (Geroa+Bildu) se quedó en un raquítico 18,5%. Estos son los números a partir de los cuales Geroa Bai no quiere ahora de ninguna manera acudir de nuevo a las urnas en solitario.

Por otro lado, si estos números dibujan un cuadro en el que al nacionalismo le interesa totalmente ir a las elecciones junto a Podemos, ¿acaso por eso mismo y en virtud de la misma lógica a Podemos no le interesa en absoluto ir a unas nuevas elecciones de la mano de los nacionalistas?

La debacle de la lista única en el Senado

Si el cuatripartito acudió a las elecciones al Congreso por separado, el Senado fue el 20-D el laboratorio en el que se ensayó una candidatura unitaria, llamada Cambio-Aldaketa. El resultado de esta candidatura unitaria fue definitivamente catastrófico.

Mientras las fuerzas del tetrapartito sumaron 160.590 votos al concurrir por separado al Congreso, la candidatura conjunta al Senado sólo obtuvo 97.258 votos. El resultado fue que de los 4 senadores en liza 3 se los llevaron PP-UPN.

Es decir, la lista unitaria del cuatripartito podía ser uno de esos casos en que las partes suman más que el conjunto.

Parece evidente que por separado el tatrapartito obtuvo más votos que en una candidatura única, pero no todos tuvieron un buen resultado por separado. Podemos, como se ha expuesto anteriormente, sí obtuvo un gran resultado, pero para los nacionalistas fue muy malo. Lo que una vez más nos devuelve al interrogante de si a Podemos no le interesa la coalición por las mismas razones por las que les interesa a los nacionalistas. Parte del motivo por el que muchos nacionalistas votaron a Podemos, además, fue que al PSOE le sería más fácil un pacto con Podemos que un pacto con los separatistas, en estos momentos. Si los separatistas y Podemos forman una candidatura conjunta, esta candidatura tiene más difícil el pacto con el PSOE que Podemos por separado.

Si el asunto depende de Laura Pérez, no obstante, es probable que esta se pliegue a cualquier demanda del nacionalismo poniendo la marca de Podemos a su servicio. Resulta curioso comprobar cómo Podemos, numéricamente, se ha convertido en la fuerza más importante del cuatripartito, mientras que seguramente es la más irrelevante a la hora de decidir nada en el cuatripartito, limitándose a hacer seguidismo de Geroa Bai y de Bildu.

En favor de la gran coalición, o quesito nacionalista, hay que decir que sobre el papel sacaría un diputado más con los mismos resultados que el 20-D, el cual además se lo quitaría a la coalición UPN-PP. Eso sí, resulta imposible concluir sin ceder a la tentación de que el cuatripartito, el 20-D, obtuvo 160.860 votos, frente a los 181.416 que obtuvo la oposición más Ciudadanos.