Ahora que, parafraseando a Vizcaíno Casas, se podía decir de Miguel Sanz que “al tercer año resucitó” (o al menos lo intentó), quizá merezca la pena volver a poner bajo el foco su famosa “teoría del quesito” y cuestionar sus premisas, que se encontrarían bajo toda la actuación de Sanz, si asumimos que su afán de protagonismo es más que la pura nostalgia del cargo y la posición que ocupó.
La “teoría del quesito” afirma que UPN nunca podrá conseguir mayoría absoluta. Que en Navarra nunca ha habido mayorías absolutas. Que como en Navarra, además del eje político izquierda-derecha, existe el eje nacionalismo-no nacionalismo, se produce una fragmentación del voto que imposibilita metafísicamente esa mayoría. Que, por tanto, para gobernar es preciso un acuerdo transversal UPN-PSN y que, si sumamos los votos que UPN y PSN han obtenido en todas las elecciones pasadas, comprobamos que juntos siempre hubieran podido haber gobernado y así seguiría siendo por los siglos de los siglos reunidos todos bajo el quesito único.
El hecho, sin embargo, es que la teoría tiene al menos tres puntos flacos.
En primer lugar, los porcentajes de voto no están escritos en las estrellas para siempre. Se pueden cambiar, claro que para conseguir eso hay que trabajar para cambiarlos. Si se cambia la aritmética por la pedagogía, es casi seguro que esos porcentajes cambiarán, pero en contra de uno. Los nacionalistas, vascos o catalanes, avanzan porque nunca pensaron que jamás serían suficientes para formar una mayoría y trabajaron y trabajan arduamente por ella.
En segundo lugar, Navarra tiene una peculiaridad que no tienen otras comunidades donde también hay nacionalistas, como Cataluña o la CAV. En Cataluña y la CAV hay partidos nacionalistas de derecha, mientras que en Navarra no. Es decir, que todo el espectro del centro-derecha queda libre para los no nacionalistas. En esto Navarra se asemeja más a Galicia, donde el PP sí consigue de manera frecuente mayorías absolutas.
En tercer lugar, la afirmación de que en Navarra nunca ha habido mayorías absolutas es un tanto cuestionable. El siguiente gráfico muestras los diputados forales que consiguieron UPN (coaligado con el PP) y CDN. La mayoría social del centro derecha siempre estuvo ahí o al alcance de la mano. Ya sabemos que los socialistas no son seres monstruosos, pero si se pacta con ellos que sea después de la batalla y alcanzando un acuerdo en términos razonables. Lo que resulta evidente es que no presentarse siquiera a la pelea es la primera causa por la que se pierden las batallas, también las batallas de las ideas.
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5 respuestas
Hasta el año 2008 el centro derecha podía y debía ganar mayorías, relativas y absolutas. Pero si de primeras, mandas parte de tus mesnadas a freir leches, y te peleas con todos tus posibles aliados, seguro que nunca puedes conseuir mayorías si no es yendo a mirir al palo de necesitar al PSN hasta para ir al baño.
Y así queda claro que el resultado final del Quesito es una mierda, maloliente desde el principio al final, y una excusa para el enjuague, el latrocinio y el desastre. Eso si, con tridietas el mundo parece mucho mejor.
Que no hay nacionalismo de derechas en Navarra? Otro axioma erróneo de partida… éso si es que podemos seguir hablando de «derechas-izquierdas». O reducimos el sacrosanto peso del debate identitario o esta comunidad se va al garete. Yo creo que el debate puede dejar de centrarse en esos dos ejes (izq-der/nac-nonac), y pasar a debatirse en otro: Grupos con capacidad de establecer un modelo económico sostenible de sustento del Estado de Bienestar existente vs. Iluminados que creen que el dinero cae del cielo y que Sanidad, Educación y Política Social se sostiene sin crear riqueza empresarial previa. Y en ese nuevo eje, hay puntos de encuentro entre entes hoy aparentemente irreconciliables. Éso sí, eliminación de eusko-fantasmas, Franco-trolls y Opus-ghosts mediante…
No creo que la “teoría de Sanz y su quesito”, que lleva a un gobierno UPN/PSN de centro-izquierda, sea el reflejo de un simple análisis sanzista de estrategia política para asegurar una mayoría de gobierno.
Es más bien el resultado de una experiencia socialdemócrata forjada y fielmente ejecutada durante más de 15 años de sanzismo desde 1996. Así el afán que tuvo Sanz de crear una elefantiasis del sector público navarro a través de un descontrolado aumento del gasto público financiado con deuda. Elefantiasis que ha traído como consecuencia un adormecimientro y menor peso relativo del sector privado en la economía navarra.
La inclinación de Sanz-Catalán hacia los pactos de gobierno con el PSN es un claro resultado de un pensamiento político de inclinación socialista – pensamiento ajeno a los principios de UPN -, lo que llevó al inicio del descarrilamiento de UPN. La teoría del quesito surge de la incapacidad de Sanz-Catalán para atraer hacia UPN los votos no de izquierdas de los territorios impregnados de nacionalismo vasco de la montaña. Es por aceptar de antemano esa incapacidad que pudo surgir en la pizarra el dibujo del “quesito”.
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la memez de que UPN no puede sacar mayoría absoluta se rebate alegando «sobre todo si no aspira a ello». Si nos fijamos, usa la misma estructura lógica que el argumento del golfo en el parlamento cuando decía que «Caja Navarra no podía competir, por tamaño, en el nuevo mercado bancario», papanatescamente aplaudido por sus untados legales. En ambos casos puede ser cierto, pero hay maneras de no poder. Yo tengo perdida de antemano una carrera contra Usain Bolt que fuese a celebrarse dentro de un mes, pero puedo pasar el mes entrenando para perder dignamente o cerrarme en un McDonalds ya que no tengo posibilidades. Aunque sea para quedar bien en la foto de la derrota hay que esforzarse, señores.
A lo dicho por agramontex un pequeño matiz. Navarra no puede manejar con propiedad la idea del Estado del bienestar. Como mucho seria la Autonomía del Bienestar. Y autonomía, por cierto, sostenida por los mismos habitantes que Igualada, Hospitalet y Badalona juntos. Si se aquilatasen las palabras y se diese una idea real del peso demográfico y fiscal de nuestra tierra otro gallo cantaría…