El PSN y su laberinto para encontrar 132 millones de euros

The show must go on. El gobierno de Navarra estudia la forma de obtener o recortar 132 millones de euros. Se trata de una cantidad muy importante. El agujero en las cuentas públicas responde a una nueva caída de los ingresos generada por el enfriamiento económico a pesar las anteriores subidas de impuestos. Laffer apuntillaría que la caída de los ingresos no se ha producido a pesar de las subidas de impuestos sino precisamente por su culpa. A estas alturas ya tenemos experiencia del hecho de que las últimas subidas de impuestos, cuando la economía se encontraba en pleno colapso, han cortocircuitado cualquier atisbo de recuperación provocando todo lo contrario de lo que pretendían: una caída de la recaudación. Todo ello se suma al hecho de que nuestros impuestos, después de las últimas subidas, ya son muy altos. Extraordinariamente altos.

Las subidas de impuestos como fórmula ya intentada… y fracasada

Los datos permiten desmentir algunas afirmaciones como que “clarísimamente” pagamos menos impuestos que los últimos años, como asegura Uxue Barkos, que subiendo los impuestos se aumenta la recaudación o que las rentas altas pagan pocos impuestos. El siguiente cuadro mostrando la enorme magnitud de la última subida del IRPF en Navarra desmiente todo lo anterior, particularmente que las rentas altas paguen menos impuestos o se les hayan subido menos los impuestos. Es más, del número de navarros con rentas altas se deduce claramente no sólo que ya pagan muchos impuestos, sino que es imposible por más que se les exprima sacar de ellos otros 132 millones de euros. Sólo hay 94 navarros con rentas por encima de los 300.000 euros. Es decir, que sus ingresos totales rondan los 28 millones de euros de los que la Hacienda Foral ya se lleva cerca de la mitad. Incluso quitándoles el 100% de su renta, por tanto, tan sólo sumaríamos 14 millones de euros más.

El Impuesto sobre Sociedades

El tipo general del impuesto en Navarra es del 30%, el mismo tipo nominal que para el resto de España y superior al de la CAV, que sólo es del 28% y que no se han atrevido a cuestionarlo no ya los socialistas, sino ni siquiera  desde Bildu. Lo cierto es que la recaudación del Impuesto sobre Sociedades, por una parte, se encuentra en caída libre desde el comienzo de la crisis, subrayando el delicadísimo estado de nuestro tejido empresarial. Una subida de este impuesto sería la puntilla para multitud de empresas y letal para nuestra competitividad como comunidad. De hecho, si Navarra sube unilateralmente el Impuesto sobre Sociedades, se convertirá además en una anti-isla para la captación de nuevas empresas o la retención de las existentes. Por otro lado, el tipo nominal de nuestro Impuesto sobre Sociedades ya es uno de los más altos de Europa, superando incluso el de las empresas finlandesas o suecas.

Patrimonio, ahorro, IVA y otros impuestos indirectos

Uxue Barkos ha propuesto también en las últimas horas recuperar el Impuesto sobre el Patrimonio, olvidando acaso que se trata de un impuesto ya recuperado. De hecho, los Presupuestos Generales de Navarra prevén un ingreso de 30 millones de euros por este concepto. El problema es que el agujero de 132 millones de euros es posterior. Es decir, que incluso reimplantando el Impuesto sobre Patrimonio (o por culpa de ello, siguiendo de nuevo a Laffer) ha caído la recaudación y tenemos un agujero de 132 millones de euros. Respecto al IVA hay que señalar que se trata de un impuesto estatal que no puede subir el PSN, por lo que queda descartado para este ajuste, pero que el PSOE ya subió antes de abandonar el gobierno del 16 al 18% en el tipo general y del 7 al 8% en el tipo reducido. Tan sólo citar que también nos han subido los impuestos sobre el alcohol, el tabaco, la luz y los combustibles. De haber algo clarísimo, es la rapidez e intensidad con la que nos han subido los impuestos. El resultado es que la recaudación, como muestran los últimos datos publicados por el Gobierno de Navarra, sigue bajando y bajando. Por alguna extraña razón, los políticos no entienden que cuanto más empobrecen a sus súbditos menos pueden recaudarles en impuestos.

Las SICAV

Las famosas SICAV son un discutible instrumento de inversión que, por sus características, habitualmente es utilizado por las grandes fortunas y tributa al 1%. Euskadi intentó que estas sociedades tributaran al 28%. El espectacular resultado, sin embargo, es que el 100% de las SICAV domiciliadas en Euskadi ha abandonado el País Vasco. La recaudación por este concepto, consiguientemente, ha sido cero, por lo que de hecho incluso se ha perdido el dinero que se recaudaba antes de intentar aplicarles el 28%. Al margen de que sea más o menos justo, no se ha recaudado dinero con ello.

Menos recortes = más impuestos

Puesto que gastamos más de lo que ingresamos, menos recortes significa más impuestos. Esto es lo que evidencia el debate sobre el agujero-boquete foral de los 132 millones de euros. Si a usted le parecen mal los recortes, entonces necesariamente tendrá que parecerle bien que le suban los impuestos. No existe el universo maravilloso en el cual no hay recortes ni subidas de impuestos. Si usted se manifiesta para que no le recorten una prestación o le añadan una hora de trabajo, otro tendrá que trabajar una hora más para pagarlo. Si no quiere pagar más impuestos, tendrá que revisar su negativa a aceptar más recortes. O lo uno o lo otro. Olvide también que el pagano de las subidas de impuestos vaya a ser otra persona y que usted no vaya a quedar afectado.

Ya no hay margen para recaudar 132 millones subiendo impuestos

Pero es que subir impuestos tampoco va a funcionar y la prueba es que las anteriores subidas de impuestos no han aparejado una subida de la recaudación. La caída de la recaudación no tiene su origen en una bajada de impuestos, como pretende Uxue Barkos en su universo fantasioso. Por esa misma razón tampoco habrá aumento de la recaudación subiendo los impuestos. Un repaso mental de todos los datos anteriores apunta además a que ya no hay margen para subir todavía más los impuestos sin terminar de congelar el consumo y convertir a España en general (y a Navarra en particular) en un infierno fiscal al que, justo cuando más inversión y emprendimiento necesitamos, nadie quiera acercarse o del que todo el mundo quiera huir. El PSN al menos puede tener la tranquilidad de que, como haga lo que haga seguramente va a ser impopular, esta vez puede preocuparse más de ser responsable y eficaz que de ser popular.