Durante el espectáculo parlamentario que está precediendo a la investidura de Pedro Sánchez, el líder socialista protagonizó un momento de interés en su réplica a Sergio Sayas, el portavoz de Navarra Suma. Sánchez acusó a UPN de haber pactado con Batasuna la investidura de Juan Cruz Alli en 1991. La falsedad de esta afirmación se la afeado hasta newtral.com, una de las páginas que Facebook ha contratado para pastorear a los usuarios de Facebook hacia los postulados que mantienen los dirigentes de Facebook.
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Efectivamente, en 1991 UPN tenía 20 diputados y el PSN 19. Puesto que Batasuna votó en contra tanto de la candidatura del PSN como de la de UPN, el candidato de UPN (Juan Cruz Alli) se alzó con la presidencia no por ningún pacto entre UPN y Bildu, sino en virtud de lo que entonces disponía el Amejoramiento, el cual determinaba que en ausencia de un candidato que alcanzara la mayoría la presidencia recaería en el más votado. No es sin embargo la primera vez que los socialistas usan este argumento por lo que su insistencia ya no se puede atribuir al desconocimiento, sino a la mala voluntad y la indiferencia por la verdad. Algo que tampoco puede resultar muy sorprendente en este PSOE según algunos, en el PSOE de siempre según otros observadores más ácidos. Con todo, no es quizá este debate lo más interesante del rifi-rafe ni de retrotraernos hasta 1991.
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Si retrocedemos hasta aquellos momentos lo que resulta sumamente llamativo es el reparto de fuerzas hace la friolera de casi 30 años. De los 50 diputados del Parlamento de Navarra, como se ha indicado, UPN tenía 20 y el PSN 19 (39 entre las dos fuerzas). El resto de los diputados se los repartían entre Batasuna (6), EA (3) e IU (2). El PNV era una fuerza extraparlamentaria con poco más del 1% de los votos.
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Como seguramente a casi nadie se le ha escapado, resulta que UPN tenía 20 diputados en 1991, los mismos que ahora Navarra Suma. Es decir, unas siglas aglutinando a todo el centro-derecha tenían en 1991 los mismos diputados que ahora. Lo cual de por sí ya resulta llamativo pero, sin embargo, la cuestión relevante es lo que se evidencia por la izquierda. O sea, la extrema izquierda y el nacionalismo han crecido a costa del PSN, no del centro-derecha. El éxito de la extrema izquierda y del nacionalismo vasco son los 9 diputados que le han recortado al PSN-PSOE. Esto significa que el PSN, sus políticas y sus discursos en ningún modo son un freno al nacionalismo, sino sus potenciadores, y que por otra parte el PSN es la auténtica cantera del voto ultraizquierdista y nacionalista. En este sentido puede que el nacionalismo y la ultraizquierda hayan tenido una aproximación mucho más sensata hacia el PSN-PSOE que el centro-derecha. Mientras el centro-derecha se instalaba en la idea de que no había que atacar al PSN sino llegar a acuerdos con él, el nacionalismo y la extrema izquierda estaban más bien en la idea de ir comiéndose poco a poco al PSN con todo su electorado. A la vista está que efectivamente se lo han comido y que al nacionalismo y la ultraizquierda les ha ido mucho mejor con su planteamiento que al centro-derecha.
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