Lejos de recortar gastos al iniciarse la crisis y comenzar a caer los ingresos, la administración foral siguió creciendo y creciendo hasta el año 2010. Ayer mismo Roberto Jiménez aseguraba que «lo que estamos detectando es que, además del dinero que falta por la caída de ingresos, en los diferentes departamentos se arrastra desde hace años un déficit presupuestario estructural que se ha venido sorteando como se ha podido, pero que en estos momentos es imposible eludir”. El líder del PSN ejemplificaba su afirmación explicando que el número de empleados públicos entre 2006 y 2011 ha crecido un 13,94%, lo que supone un incremente de 3.063 empleados. Que Roberto Jiménez tome como referencia el año 2006 puede no ser casualidad. La recaudación fiscal actual es similar a la de entonces por lo que, en buena lógica, el tamaño sostenible de la administración foral tendría que reducirse hasta los niveles de aquel año. El único problema es que en el 2006 el coste de la administración foral era de 3.460 millones de euros y ahora todavía es de 3.837 millones de euros. Obviamente no podemos sostenerlo.
El coste para los navarros de 3.063 funcionarios
Los gastos de personal de la administración foral en 2012 ascienden hasta los 1.143 millones de euros, mientras que el personal contratado por la misma ronda los 40.000 empleados. Esto significa que a los navarros nos cuesta cada empleado público unos 28.500 euros como promedio. El coste de emplear a 3.063 empleados públicos en plena crisis, por consiguiente, supera los 87 millones anuales de euros. Es lógico que ahora tengamos problemas para pagarlos.
Menos recortes, más impuestos
En este momento la administración tiene que ser autosuficiente con los recursos que tiene. La razón es que para intentar vivir por encima de sus recursos tiene que sangrar al sector privado. En primer lugar ello sería injusto porque, en comparación, generalmente los empleados públicos ganan más dinero que quienes ostentan un puesto equivalente en el sector privado. Además los funcionarios tienen un puesto vitalicio amén de otros privilegios. Las reducciones de salario se han generalizado en los últimos años en el sector privado. En segundo lugar, sangrar al sector privado elevando los impuestos para que el sector público viva por encima de sus posibilidades implica dejar menos dinero en el bolsillo de las familias, enfriar la economía, generar más paro y, en definitiva, encontrarse al final con una menor recaudación. Es decir, que subir los impuestos en vez de tocar a los funcionarios no sólo no es justo sino que ni siquiera funciona.
Hay que tocar a los funcionarios
No queda más remedio. El presupuesto de Navarra es de 3.837 millones de euros de los que, como decíamos, 1.143 son gastos de personal. Los gastos de personal en 2007, en el boom de la economía y la burbuja presupuestaria, eran sólo de 986 millones (157 millones menos que ahora). Resulta imposible recortar los Presupuestos Generales de Navarra para cuadrar gastos e ingresos sin tocar los gastos de personal cuando por tamaño es la partida fundamental y una de las que más ha crecido en los años de bonanza. En este sentido caben dos posibilidades: o se reduce el número de empleados públicos o se reducen sus salarios. O, como le gusta decir al gobierno foral, una mezcla de ambas.
5 respuestas
¿Y quién fué el futuro alcalde de Corella que permitió tantas contrataciones en el sector público que no podemos pagar…?
Ajáaaaaaaa.
Derogación del INSOSTENIBLE estado de las autonomíaS. Esta Taifa Forestal y/o Foral, lo mismo que las otras 16 Taifas es, ECONÓMICAMENTE, INSOSTENIBLE y alberga a políticos ladrones de boina prestos a esquilmar y meter en la Administración a familiares y amigos en el momento que puedan.¿ES QUE EL PUEBLO NO SE HA DADO CUENTA YA DEL CUENTO Y LA FARSA DE LOS AUTO-DENOMINADOS POOLÍTICOS HUNDE ESTADOS?
Con la ruina a la que nos han llevado los políticos ineptos, ladrones y despilfarradores (del cuero ajeno anchas correas) los detentadores de la bandera de la limpieza y regeneración política en el último gobierno de la Taifa Andalusía, la mara o bandería de políticos conocida en el hampa como «izquierda unida por la pasta», lo primero que han hecho al ocupar gobierno ha sido colocar a dedo a los siguientes parientes y amigos:
– La inpeta AMANDA MEYER HIDALGO,hija del eurodiputado de IU Wily Meyer, nombrada Secretaria General de Vivienda, Rehabilitacion y Arquitectura de la Taifa Andalusía.
– El inepto tuercebotas llamado ENRIQUE CENTELLA, nombrado Director General de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional (en su curriculum – pásmense colegas-, se auto-presenta como «poseedor de estudios de ciencias y políticas y sociología por la Universidad de Moscú); este borregón ágrafo es hermano del diputado de IU Jose Luis Centella.
– El padre de la novia del senador de IU, Javier MARISCAL, un tal LUIS GABRIEL NARANJO CORDOBÉS – pásmense de nuevo con los funcionalidad práctica de los altos cargos de la Taifa de Andalusía-, nombrado Director General de la Memoria Democrática…
Y ESTOS HIDEPUTAS DE POLÍTICOS TODAVÍA SE ATREVEN A ANDAR POR LA CALLE…
… la hija del eurodiputado de IU Wily Meyer, (si, el que voló de Bruselas a Madrid en 1ª clase, para enrrolarse, el día de la huelga general, en el piquete paralizador del transporte público).
Ya que pagamos este circo de nuestro bolsillo, sería divertidísimo conocer los currículum (en este caso ridículum) académicos y profesionales de estos personajes, así como la relación completa de los cargos, totalmente prescindibles e innecesarios, pero que les han endosado esos nombres tan rimbombantes como ridículos: «Secretaría General de Vivienda, Rehabilitacion y Arquitectura» (casi nada), «Dirección General de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional» (e Interplanetaria, habría que añadir), » Dirección General de la Memoria Democrática» (dime de qué presumes…).
Está claro que funcionarios habrá que recortar los que sobren, pero políticos, habría que recortarlos a todos.