Estallan las hostilidades.
El PSN ha venido sometiendo las relaciones con UPN en el Ayuntamiento de Pamplona a un acoso in crescendo. Distintos asuntos, como la reprobación del jefe de la Policía Municipal, han servido para escenificar este desencuentro. Las hostilidades contra Yolanda Barcina han sufrido un salto cualitativo cuando el debate ha desbordado el ayuntamiento y en las últimas horas se ha sumado al castigo hasta la Presidenta del Parlamento. El PSN plantea ahora una ruptura total en el consistorio si UPN no se desdice por haber señalado lo obvio: que el PSN tendrá que apoyarse en ANV para sacar adelante sus mociones. La cuestión resulta tanto más surrealista en cuanto que Simón Santamaría lleva 10 años en el cargo sin que el PSN haya protestado, sin que exista una explicación razonable para su destitución y en tanto que tampoco parece probable que el PSN pueda construir un modelo policial alternativo (digno de tal nombre) de la mano de Nafarroa Bai y de ANV.