La única preocupación de algunos medios “de progreso”, tratándose de concentraciones no convocadas por la izquierda, radica en la búsqueda puntual de determinada simbología "preconstitucional" o más o menos totalitaria que permita descalificar globalmente a todos los asistentes como radicales o antidemócratas. Si esos mismos medios “de progreso” se hubieran dedicado a buscar simbología totalitaria en las convocatorias del 1 de mayo celebradas en Navarra por CCOO y LAB, este año se hubieran puesto las botas.