Esa cláusula, sin embargo, es eliminada en el año 2001. Aritméticamente, a partir de ese momento, ya no bastaba con ser el más votado (como UPN en 2007) para gobernar Navarra.
Tras las elecciones del 2007, como todos conocemos, Navarra estuvo al borde de quedar bajo un gobierno de coalición entre socialistas y nacionalistas. Sólo la intervención in extremis desde la calle Ferraz en Madrid , contra la voluntad del PSN, abortó la coalición con los nacionalistas. La situación posterior, sin embargo, resultaba lejos de ser idílica:
– Tras la eliminación del mecanismo automático establecido por el artículo 29 de la LORAFNA, la condición de fuerza más votada no resultaba suficiente para acceder al gobierno de manera automática. El acceso de UPN al gobierno sólo se produce tras la abstención del PSN.
– UPN-CDN (24 escaños) se enfrenta a una oposición que ostenta la mayoría parlamentaria (26 escaños).
– UPN es consciente (el “video del quesito”) no sólo de la dificultad de revalidar una y otra vez la mayoría absoluta, sino del riesgo de dejar Navarra en manos nacionalistas cada vez que no se produzca esa mayoría absoluta.
Ante esta situación, cabía formular una estrategia que evitara indefinidamente la entrada en el gobierno de los nacionalistas. Aritméticamente, sólo existe una manera de crear indefinidamente mayorías al margen de los nacionalistas. Este hecho aparece claramente reflejado en la siguiente gráfica. Como puede apreciarse, la suma de UPN y PSN hubiera obtenido la mayoría absoluta en todas y cada una de las convocatorias electorales celebradas en Navarra. Es una forma de asegurarse indefinidamente la permanencia en el poder, pero también la fórmula de estabilidad que se buscaba.
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En este modelo, el PP se convierte en un estorbo para UPN. Acercarse al PSOE, supone alejarse del PP. Y distanciarse del PP resulta imposible si el PP es UPN y viceversa. La nueva fórmula reúne las siguientes características:
– La suma de los votos de UPN y PSN garantiza de forma consistente en el tiempo la mayoría absoluta.
– La ruptura con el PP de UPN facilita el pacto con el PSN.
– El nuevo modelo ofrece al PSN una alternativa para llegar al gobierno distinta a pactar con Nafarroa Bai. Algo imposible en el pasado y que abocaba a los socialistas al acercamiento permanente y al pacto con los nacionalistas. Significativa la afirmación de Miguel Sanz en la entrevista a Diario de Navarra el pasado domingo, señalando que –si por él fuera- firmaría de inmediato un acuerdo con el PSN para que gobernara el partido más votado.
Otra consecuencia del pacto es que, cuanto más cerca se encuentran UPN y PSN, menos espacio queda entremedio para el CDN.
Por último la estrategia no excluye, o no que se sepa, la posibilidad de que UPN forme una mayoría absoluta alternativa con PPN y CDN, siempre que los resultados electorales lo permitan.
Queda la duda de si todo esto se ha buscado deliberadamente, porque UPN nunca ha reconocido abiertamente la autoría de la ruptura del pacto. En cualquier caso, aunque no se haya buscado, es lo que se ha encontrado.