La nueva consejera de Presidencia e Interior designada por Bildu, María José Beaumont, ha tenido un fin de semana interesante desde el punto de vista mediático.
Por ejemplo, ha declarado en una entrevista que «Dije que el revuelo de mi designación era flor de un día y no me equivoqué». Lo cual es un tanto arriesgado. Esto sería recomendable decirlo dos días antes de acabar la legislatura, no dos días después de empezarla.
Sobre todo porque sin duda promete ser mucho más que flor de un día una consejera que declara que quizá, acaso, tal vez, no es imposible que en algún escenario no se pueda descartar que a los funcionarios se les pueda devolver, o no, un 25% de la paga extra de 2012.
Sin embargo, todo esto en menos de 72 horas, incluso más jugoso en el fondo es lo declarado por la consejera respecto al siempre polémico polígono de tiro de las Bardenas, reconociendo que el Gobierno de Navarra «poco más que labor política» puede hacer para su desmantelamiento y que «Ya puede decir el Gobierno lo que diga, que si los firmantes del acuerdo no están por rescindirlo o acortar el periodo de vigencia y que se desmantele antes, digamos lo que digamos no se hará».
Pero vamos a ver, ¿acaso no hace poco más de un mes que el cuatripartito pedía en el Parlamento el desmantelamiento del polígono?
¿Acaso no hace también poco más de un mes que la propia Uxue Barkos le reclamaba personalmente al rey el desmantelamiento del polígono?
¿No era hace unos años Patxi Zabaleta el que reclamaba inscribir el polígono como «bien comunal de los navarros» y cerrarlo?
¿Y ahora nos dicen que no se puede hacer nada?
Si es que hasta en los cuatro programas grapados que es el programa de gobierno de Barkos se reclama «exigir al Estado el desmantelamiento del polígono». ¿Ahora resulta que el problema es con los ayuntamientos congozantes y que el Gobierno de Navarra no puede hacer nada? ¿Y esto no lo habían pensado en todas las décadas que llevan protestando contra el polígono de tiro?¿Tan pronto empezamos a incumplir el programa del cuatripartito? ¿Qué no pasará entonces con cosas que llevan pensándolas mucho menos tiempo?
El tetrapartito tendrá que consolarse pensando en que los municipios congozantes, haciendo honor a este calificativo, cobrarán del estado 7 millones de euros por el uso del polígono y 14 millones a partir de 2018.
Respecto al fondo filosófico de la existencia de un campo de tiro, cabe preguntarse cuál es el problema.
¿Hay alguien que no cree que pueda existir una violencia legítima? En ese caso que desarme a la policía. Es más, que la disuelva. Y que cuando vengan a robar su casa o el vecino pegue a su mujer que resuelva la situación leyéndoles poemas.
Si creemos que puede existir un uso legítimo de la violencia, en tal caso no hay mayor problema moral para aceptar la existencia de la policía o el ejército. La pregunta entonces es si aceptamos una policía o un ejército que tengan armas y que puedan tener que usarlas, pero queremos que no se entrenen con ellas, para que cuando las tengan que utilizar lo hagan con torpeza e impericia.
En lo que seguramente estamos todos de acuerdo es en intentar que el perímetro del polígono sea seguro y no se escape ninguna bala.
10 respuestas
Pues para mí es un motivo de satisfacción que el cuatripartito no cumpla con su programa de gobierno. Y más en asuntos como estos que son más de índole política que económica.
Que sean sus votantes quienes les echen en cara sus incumplimientos.
Desde el poder algunos comienzan a ver las cosas de otra manera,
A ver si mañana la consejera o la presidenta aparecen reconociendo que poco o nada se puede hacer para romper España. Me llenaría de orgullo y satisfacción.
Esta entrada si que es un bluf, que por cierto se escribe con una sola «f».
Que no esté en manos del gobierno revocar el contrato, no quita para que podamos seguir criticando, estando en desacuerdo, y pidiendo su desmantelamiento, ¿no?
Bardenas paga a cuatro alcaldes y un vocal un viaje de siete días a Costa RicaIntercambio de conocimientos, transferencia de experiencias, elaboración de proyectos, sensibilización… Son los abstractos objetivos que sustentan los convenios de colaboración para cuya firma cuatro alcaldes riberos y un vocal de la comisión permanente de la Comunidad de Bardenas se desplazaron a Costa Rica hace un par de semanas.
Los emisarios bardeneros en Costa Rica fueron la alcaldesa de Milagro, Yolanda Ibáñéz Pérez (UPN); el de Cabanillas, Alberto Santos Alegría (PSN); la de Peralta, María José Vidorreta (UPN); y el de Valtierra, el socialista Alfonso Mateo. Con ellos, y para rubricar los dos documentos con la Reserva de la Biosfera Agua y Paz de Costa Rica, viajó el vocal de la permanente, Félix Rodrigo García.
El Parlamento foral pide desmantelar el polígono de tiro de las Bardenas
La Comunidad de Bardenas está formada por 22 municipios o entidades. Estos son; Tudela, Arguedas, Valtierra, Cadreita, Valle de Roncal, Valle de Salazar, Caparroso, Carcastillo, Buñuel, Cabanillas, Mélida, Villafranca, Monasterio de la Oliva, Corella, Milagro, Fustiñana, Santacara, Cortes, Marcilla, Peralta, Funes y Falces.
Y RADA??????
O no soporta los avioncitos y bombazos sobre su cabeza todos los días???
La dura realidad. Pero no se descuiden, estos son capaz de cambiarla a base de ingente gasto público, comisarios políticos y limpieza étnica.
Eso si, cobrando, y claro, con sobrinos y amantes colocados.
refrán Español:
Para ser puta y no ganar nada/mejor honrada
Versión «Gobierno del kanvio»
Para hacer promesas y no cumplir nada/mejor callada
ferchu como siempre, donde vas, manzanas traigo
En la misma dirección de este artículo, sobre promesas que se incumplen, este otro: http://blogs.elconfidencial.com/mercados/valor-anadido/2015-09-07/la-pinocho-carmena-al-desnudo-lex-dura-sed-lex_1003720/
Sin duda, tiene que doler, sobre todo a seguidores y acólitos. A mí me sigue doliendo la traición de don Mariano, aun no siendo seguidor, pero al que voté con tal de quitar al eminente e ilustrado don ZP, cuando tras el primerísimo consejo de ministros dijo aquello de donde dije digo digo diego y nos subió los impuestos que había prometido bajar porque «yo sé lo que tengo que hacer» de lo que presumía en campaña.