Que algo esté subvencionado significa que es maravilloso, y por tanto debe ser apoyado. No obstante, a pesar de lo maravilloso que es ese frigorífico ecológico, ese televisor, ese coche, ese pedazo de caldera, ese canal de televisión infumable o esa emisora de radio que nadie escucha, la subvención también significa que es usted recalcitrante a la hora de negarse a invertir su dinero, su interés o su tiempo en ese producto en vez de en otro. Como usted es una especie de memo sin criterio, el gobierno tiene que quitarle su dinero para indicarle en dónde debe gastarlo adecuadamente. De esta manera, además, algunos vendedores quedan a salvo de que su falta de criterio les obligue a desarrollar su tecnología, mejorar sus productos, adecuar su tamaño al mercado o sencillamente abaratar los precios. A pesar de todo, sin embargo, a la hora de determinar la cuantía de las subvenciones a menudo el gobierno menosprecia la falta de criterio de los ciudadanos. Este parece ser el caso del Plan Movele de Zapatero, destinado a promocionar la compra de coches eléctricos, y es que ahora sabemos que en Navarra se ha vendido un sólo coche desde mediados del año pasado. El Plan Movele cuenta con una asignación presupuestaria de 8 millones de euros.