Diario de Navarra, seguramente no es el único medio que lo ha hecho o lo vaya a hacer en estas horas, ha publicado una información sobre el perfil del menor que delinque en Pamplona. Se trata de un varón (hay 8 arrestados hombres por cada 2 mujeres), desatendido por su familia y por las instituciones, de entre 14 y 17 años, con bajo rendimiento escolar, problemas de conducta y patologías asociadas como elevados consumos o dependencia de alcohol y drogas. Así se desprende del Trabajo Fin de Grado (TDG) elaborado por el agente Carlos López Muñoz, de la brigada de Proximidad de la Policía Municipal de Pamplona y estudiante de Criminología
¿Hay algo llamativo en este informe o al menos en lo que ha trascendido de este informe? Pues desde luego resulta llamativo que no se haga referencia alguna al origen de los delincuentes.
Hace poco más de un año, cuando se presentó el Balance de Seguridad Ciudadana de 2022 de la Policía Municipal de Pamplona, llamó mucho la atención que el 65% de los detenidos por la Policía Municipal en Pamplona eran personas de origen extranjero. De todos esos detenidos, el 48% eran africanos. Significativamente, aunque este dato afloró durante la rueda de prensa del concejal de Seguridad Ciudadana, Javier Labairu, y del director del área, Patxi Fernández, no aparecía en cambio en la nota de prensa colgada en la web del Ayuntamiento.
La semana pasada, por otro parte, era noticia la denuncia de navarra.com de que había recibido una carta del Gobierno de Navarra expresando su contrariedad ante el hecho de que en sus publicaciones se mencionara el origen extranjero de los delincuentes. No cabe duda por tanto de que existe una presión por parte del Gobierno para que se oculte este dato, que este dato se oculta en las publicaciones del Gobierno (no van a mandar cartas a los demás reprochando algo que hace él mismo), y que si tampoco lo publican otros medios es porque han recibido una carta del gobierno, sólo que en vez de denunciar su contenido lo han abrazado para no incomodar al gobierno.
Con todos estos antecedentes no cabe sino concluir una vez más que es sospechosa toda publicación que no haga referencia al origen de los detenidos y que sólo caben dos opciones. Que los datos avalen la alarma sobre la delincuencia importada o que los desmientan. Si para combatir esa alarma hay que censurar esos datos en vez de publicarlos, es que los datos la avalan.
