Si alguien pretendiera alguna vez demostrar la resistencia sísmica del pantano de Itoiz, podría utilizar como prueba los comunicados de la Coordinadora antipantano. Esta Coordinadora denuncia nuevos terremotos que suman ya 3.484 desde hace seis años, cuando se procedió al llenado del pantano. No se trata de ningún fenómeno extraordinario puesto que la Península Ibérica experimenta miles de terremotos al año. Lo extraordinario, de hecho, sería que la tierra dejara de moverse. La mayor parte de estos terremotos, naturalmente, ni siquiera resultan perceptibles para los seres humanos. Que el pantano de Itoiz haya resistido 3.484 terremotos, en todo caso, es una garantía de la resistencia del pantano. Seis años y 3.484 terremotos después, alguien podría empezar a cuestionar la credibilidad, e incluso la intencionalidad, de quienes sembraron la alarma augurando la rotura del pantano. Una rotura que no se produce. Mientras el tiempo les va negando la razón por la vía de los hechos, sólo les queda contar el número de años y de terremotos que ellos llevan equivocándose, y que por contra lleva resistiendo el pantano.