Mientras Miguel Sanz, arropado por el PP, intenta seducir a Fernando Puras para un pacto UPN-PSN, el líder socialista prepara su camino para la Presidencia. Pero para ello, tiene que contar con el apoyo del candidato de Nafarroa-Bai, quien como si de un órdago se tratara, ya ha afirmado tajante que si el PSN quiere la Presidencia, tendrá que arreglarse también el asunto de la Alcaldía de Pamplona. Para esto último hace falta algún acuerdo con ANV, algo a lo que Pepino Blanco (de momento) se ha negado, aunque seguro que encontrará algún modo de taparse la nariz. Y si no, le pedirá ayuda a Fernando Puras para que le proporcione alguna respuesta creativa para torear supuestas promesas que luego no se pueden cumplir. De hecho, el líder socialista navarro ha sabido resolver con dudosa matemática una de sus promesas electorales. Al recordarle en una entrevista con Carlos Herrera, como también apuntó Navarra Confidencial, que había dicho que no sería Presidente si su partido quedaba como tercera fuerza más votada, el señor Puras ha señalado que en realidad el PSN fue el segundo partido más querido por los navarros. ¿La razón? Pues que Nafarroa-Bai son en realidad cuatro partidos, que tomados por separado no han superado los votos del PSN. Sería para tomárselo a broma si no fuera porque quien maneja argumentos tan penosos puede ser el próximo Presidente de todos los navarros y las navarras.