Bildu decidió ayer montarle el numerito a Ana Beltrán con unas pancartas sobre la tortura, impidiendo su turno de intervención en el Parlamento de Navarra. El incidente tenía como causa la detención de varias personas por pintar un mural en Burlada denunciando la tortura, acusadas de injurias contra las fuerzas de seguridad, todas ellas ya en libertad.
El incidente acabó con el abandono de los diputados populares del Parlamento de Navarra ante la persistencia de Bildu en su actitud y la postura poco provechosa de Ainhoa Aznárez. Como todo el mundo sabe las intervenciones, los tiempos y los turnos en el Parlamento están reglados. Sin embargo, parece que Bildu tiene derecho a su turno y a estorbar el turno de los demás.
Respecto a la tortura, a diferencia de la izquierda abertzale todos estamos contra la tortura. La izquierda abertzale sólo está contra la tortura que no practica la ETA.
Obviamente hay casos de tortura que no son tales. ETA tenía hasta protocolizadas en manuales las falsas denuncias por torturas. Esto tampoco quiere decir que nunca haya habido algún caso de tortura puesto que excesos policiales hay hasta en Suecia, con muchos menos problemas que los nuestros. Pues bien, contra los casos de tortura que sean reales estamos todos.
Cuestión aparte es que, a la hora de denunciar la tortura, quien menos legitimidad para hablar al respecto sea la izquierda abertzale.
Adolfo Araiz, por ejemplo, podría ser calificado como un jaleador de la libertad de los torturadores. ¿Qué legitimidad tiene por tanto cuando levanta una pancarta contra la tortura? ¿Por qué no sacó una pancarta de esa naturaleza durante todos los años que fue diputado y miembro de la Mesa Nacional de Batasuna cuando ETA secuestraba a alguien o cometía un atentado?
Bakartxo Ruiz podría asimismo ser calificada como la hermana de un miembro de una organización de torturadores. ¿Por qué no le lleva un cartel de ese tipo a su hermano para recriminarle su militancia? Viniendo de su hermana es posible que se le conmoviera el corazón.
Huelga decir que el líder de Bildu y candidato a lehendakari, Arnaldo Otegi, es él mismo un torturador, condenado en firme por secuestro. Salvo que entendamos que un secuestro no supone una tortura para la víctima, encerrada en condiciones inhumanas, sin juicio, sin defensa, sin visitas, sin luz, sin cuarto de baño, sin saber cuánto tiempo va a estar encerrada y sin saber si va a recibir en cualquier momento un tiro en la nuca. ¿Se puede ser el subordinado de un torturador y andar jugando luego con pancartitas?
La izqueirda abertzale tampoco tiene legitimidad para cuestionar una actuación policial concreta porque, ¿cuándo les ha parecido bien una sóla actuación policial?
5 respuestas
No seais hipócritas, estais a favor de la tortura pero no os atreveis a confesarlo.
Otra cosica es Donald Trump
Ortega LARA salió del agujero donde le metieron como esos judíos cuando liberaron los campos nazis de exterminio….e torturas la izquierda abertnazi sabe un huevo y la yema del otro.
Y a su modo siguen igual, con todo lo que tienen ahora a mano. Con todo, la actuación más repugnante de ayer no vino de los abertnazis asesinos de siempre, no esperábamos menos de esta gentuza, sino de la diz que presidenta del Parlamento de todos los navarros,que no consintió en parar a los abertnazis ni en amparar a los perjudicados por su antitud antidemocrática.
Los más dignos y valientes,Ana Beltrán y Javier García, que optaron por no compartir espacio con AMBA gentuza, y ojalá pudiera decir lo mismo de otros grupos, que se quedaron a a aguantar.
MUY PREOCUPANTE. Todo lo que está ocurriendo, en el fondo y hasta en las formas, ES DE MANUAL. Y no es cómico sino muy trágico.
Se ha establecido, desde hace muchos años, un DOBLE PODER, que aparece hoy incluso en el Parlamento, lo que no podía ser menos en quienes quieren cargarse el derecho de los que no son «ellos», a expresarse y hablar, a estar representados y hasta a ser.
Los del PP han tenido que irse del Parlamento porque los de Bildu les impiden hablar con naturalidad en el ejercicio de su derecho. Mientras tanto y a su vez, los amigos de Bildu tienen las armas en la mano escondidas debajo de la mesa.
Un Estado contradictoriamente acusado por los amigos de los etarras. Un parlamentario impedido en el uso de su palabra.
Lo peor es cuando las instituciones no cumplen su cometido y sus obligaciones. Siempre hay responsables directos de este incumplimiento. Es fácil que en ellas haya gente que hace labores de zapa, y tales hoy existen más que nunca.
Otro ejemplo, éste personal. Aún estoy esperando que la judicatura instruya el caso a quienes de la izquierda abertzale (me querían meter físicamente su ikurriña por boca y narices) boicotearon el acto político electoral de Impulso Social en las últimas elecciones al Parlamento Europeo, que tuvo lugar en las escuelas de San Francisco de Pamplona. Hubo denuncia y el fiscal no ha seguido el tema olvidando con el hechos su deber de defender a la sociedad. (Desde luego, él sabrá o no sabrá). Dicen que boicotear un acto electoral es un hecho gravísimo, claro es que según quién haga el boicot. R. de A.
Aunque no le sirva de consuelo Sr. Argonz, a modo de ayuda a la resignación cristiana le diré que, aunque las Bienaventuranzas son 9, creo que hay una décima y es:
«Bienaventurados los que creen que todos somos iguales ante la Justicia…»
A las pruebas me remito y todos los días tenemos nuevas pruebas de ello.
Tenemos la Justicia más garantista del mundo mundial. Es probable que por la influencia de 40 años de dictadura y represión, pero se supone que en algún momento las aguas debieran volver a su cauce.
De todas formas el Poder Político, desde la época de Felipe González hasta nuestros días, se ha preocupado de pastorearla hasta convertirla en un muñeco de guiñol y no parece que a ningún partido político le interese verdaderamente una Justicia independiente.
¡ Esto tiene muy mal arreglo Sr. Argonz !
¿Y Fertxu no está a favor de la tortura?, ¿no?. Pues él bien que nos la administra a través de sus comentarios…