La localidad de Ayegui lleva tiempo dando vueltas a un referendum para pasar de la zona no vascófona a la mixta. El procesa lleva tiempo en marcha ya que, para realizar legalmente esta consulta, como así lo decidió la alcaldía, hizo falta hasta un persmiso del consejo de ministros del Gobierno de España que así lo autorizó. De este modo, si Ayegui pasa o no a la zona mixta se decidirá este domingo 18 por votación popular.
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Naturalmente el nacionalismo se ha movilizado cuanto ha podido para apoyar el sí a esta incorporación que entusiasma a la parte nacionalista de la población, pero desinteresa a muchos otros de los habitantes de la localidad. Ayegui, sin embargo, no es una localidad particularmente nacionalista. Así, por ejemplo, en las forales de 2015 sólo un 30% de los vecinos votaron a Geroa Bai o Bildu, Podemos obtuvo un 16% y UPN, PSN, PPN y Ciudadanos sumaron un 41% de votos. El resultado por tanto podría estar muy dividido aunque los partidarios de permanecer en la zona no vascófona temen que los partidarios de vasconizar la localidad estén mucho más concienciados y movilizados que los contrarios.
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En la web del Ayuntamiento de Ayegui, que ya es bilingüe, se lee que la comunidad tiene 2.217 habitantes. El paso a la zona mixta supondría un apreciable cambio en el paisaje urbano, en el que entraría el vascuence, en todas las señalizaciones y comunicaciones oficiales, y también en el acceso al empleo público. Hasta la pasada legislatura, en la zona mixta la valoración del vascuence como mérito suponía en puestos no bilingües un 3% del total, que en función del grado de atención al público podía incrementarse hasta el 6%. Con la llegada al poder del nacionalismo, sin embargo, la valoración del vascuence como mérito en la zona mixta se eleva hasta un 7% de la puntuación y, según el grado de atención al público, el porcentaje sube hasta el 14%. La conclusión es que conseguir un empleo público en Ayegui puede ser en el futuro mucho más difícil para los castellanohablantes. La decisión también puede tener consecuencias a la hora de contratar cualquier cosa con el Ayuntamiento o recibir una ayuda. La discriminación positiva de los vascoparlantes y la consiguiente discriminación negativa de los castellanohablantes es un hecho notorio que aumenta en la zona mixta.
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Por todo ello existe un comprensible temor en algunos sectores del pueblo que temen que la consulta movilice fundamentalmente a la población nacionalista ya que, además, una de las características de este referendum es que el resultado será vinculante y que no exige una participación mínima. Si votara una sóla persona, o sólo el 30% nacionalista, el resultado sería totalmente válido.
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