Javier Arzallus, Benito Lerchundi, Fermín Muguruza, Antxon Lafont… Son algunos más de los 29 nombres que aparecen en uno de los documentos intervenidos durante un registro policial de la sede de LAB en San Sebastián. El explícito título del documento, “pantalla humana potente”, considera a todas estas personas como posibles “ladrillos” de un “muro protector” alrededor de Batasuna. Según la información del diario El País, caerían de este “núcleo básico” de ladrillos otros nombres como los del escritor Bernardo Atxaga o la magistrada Garbiñe Biurrun. Según continúa explicando el diario de PRISA, el levantamiento de este muro responde a la necesidad de dificultar la acción judicial y policial creando un cinturón defensivo alrededor del entramado batasuno. La estrategia consistiría en incluir como escudos humanos a personas no contaminadas capaces de proporcionar un marchamo de legitimidad ante la opinión pública nacionalista, cuya inclusión produjera un desgaste en caso de que se actuara contra organizaciones a las que ellas pertenecieran. La referencia como éxito relativo de esta estrategia sería el caso del cierre del Egunkaria. De ser así, a tenor de la descripción de ellos que se desprende de los documentos de la propia Batasuna, el papel menos reprochable que podría atribuirse a estas personas sería el de haberse dejado convertir ingenuamente en títeres de ETA.
Un comentario
¿»Títeres»? ¿Tontos útiles? Sólo es títere de ETA es que quiere o se deja, sea por oonvicción o por miedo. ¡Que no nos vengan con patrañas!