Por eso llaman la atención las palabras del consejero de Economía y Hacienda, Alvaro Miranda, justificando el recorte de 150 millones previsto para los Presupuestos forales de este año.
Al respecto, el consejero aseguró ayer que, a pesar de los 150 millones menos, “todo lo importante se va a ejecutar y nada relevante se va a ver afectado”. Todo ello mediante la fórmula de “gestionar en tiempos de crisis económica priorizando”.
Sin duda, otros se preguntarán indignados por la necesidad de reducir el gasto público en 150 millones de euros este año. A ellos parece ir dirigida la explicación de Miranda. La duda lógica, sin embargo, parece la necesidad de habernos gastado esos 150 millones todos los años anteriores. Si no es para pagar nada relevante, entonces no sólo este año: los contribuyentes tampoco queremos pagarlo el próximo.