Bajo el constante bombardeo de los dislates del gobierno seguramente atravesamos un punto en que llegamos a insensibilizarnos. Cuando lo escandaloso se convierte en cotidiano es difícil imaginar qué tendría que pasar ahora para que la opinión pública española se escandalizara por algo que hiciera el gobierno social-podemita. Si no hubiéramos perdido en gran medida esa capacidad de indignarnos, una de las cosas que nos deberían escandalizar más es seguir siendo, ola tras ola, los campeones del mundo en fallecidos por coronavirus.
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Con cierta frecuencia se nos dice estos días que el coronavirus es imprevisible, que los que parecía que lo estaban haciendo muy bien en la primera ola están fracasando ante la llegada de la segunda, y viceversa. Pero eso no es del todo cierto a la vista de los datos. Concretamente no es nada cierto a la vista de los datos de España. España ostenta los datos más terribles en lo que se refiere a la regularidad en el mal.
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Worldometers es una de las webs que se ha convertido en referencia para comparar los datos de la incidencia del coronavirus de los diversos países del mundo. Worldometers utiliza como base de datos las cifras oficiales de cada país. Si ordenamos la lista de países según la proporción de muertos por habitantes, nos encontramos con que España es el quinto país del mundo con peores cifras de muertos por población.
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Que España sea el quinto y no el primer país con más muertos es el típico dato que haría muy felices a ciertas agencias de “verificación”, denunciando que España no es el país con más muertos, como ha afirmado fulano o mengano, sino el quinto. Como si ser el quinto país del mundo con más muertos fuera poco escandaloso. Tengamos en cuenta que países y gobiernos tan vituperados como el de EEUU, el de Gran Bretaña o el de Brasil han conseguido que haya menos muertos por millón que el gobierno español. Tengamos en cuenta también que en el ranking de Worldometers hay 220 países. ¿Cómo de mantas hay que ser para estar en el topo 5 en la primera ola y en la segunda?
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Pero hay más. Cabe sospechar que en realidad España sí que es el país del mundo con más muertos por coronavirus. O sea, que casualmente el gobierno de Sanchez, Iglesas, Rufián, Otegui y compañía es el que tiene más muertos por coronavirus en el mundo.
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Como a nadie se le escapa tanto el Momo (con los datos oficiales de los registros civiles), como los datos de las pensiones, como las cifras de las funerarias, ponen de manifiesto que el número de fallecidos reales por coronavirus es mucho mayor que el que reconocen las cifras oficiales del gobierno y su portavoz de desinformación, Fernando Simón. Si atendemos al Momo, por ejemplo, nos encontramos con un exceso de mortalidad sobre los años anteriores de 66.000 personas, frente a las 44.000 que reconoce el gobierno y las 44.000 que por tanto utiliza Worldometers en el cuadro anterior.
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Pues bien, ¿qué sucedería si cambiamos en el anterior cuadro el dato de los 44.000 fallecidos oficiales por el de los 66.000 probablemente reales? El resultado es que pasaríamos de 949 muertos por millón a 1.411 muertos por millón, lo que a su vez nos colocaría como el país con más fallecidos por coronavirus del mundo.
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¿Es casualidad que de 220 países computados seamos los quintos o los primeros por mortalidad según se computen los datos? ¿Es por completo ajena al gobierno esa situación? Si el gobierno hubiera tomado medidas de contención antes del 8M (la primera y mayor manifestación negacionista de España), se hubieran controlado las fronteras, se hubieran tomado medidas de cuarentena o se hubiera recomendado el uso de mascarillas en el pico de la pandemia, ¿estaríamos en la misma situación? O dicho de otro modo, ¿alguien piensa que todos esos errores de bulto no han tenido incidencia en la situación? Y ante todos esos errores de bulto y los consiguientes resultados, ¿quién ha asumido la más mínima responsabilidad?
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