El consejero de Economía y Hacienda habla claro.
Pero no todo es malo.
Ayer conocimos un dato importante de la economía USA. Desde hace muchos meses, cuando aún en general no se aceptaba la gravedad ni la inevitabilidad de la crisis, ésta se manifestaba al otro lado del Atlántico en un dato como la evolución de los índices ISM. Unos índices que hemos venido siguiendo desde entonces como una de las maneras de tomar la temperatura a la crisis en origen. El índice ISM manufacturero publicado ayer, al cabo de varios meses, siquiera levemente reflejó por fin una lectura positiva. El dato, por encima de 50 en el mes de junio indica al fin expansión de la economía, al menos en lo tocante al sector manufacturero. He aquí la evolución del gráfico los últimos 12 meses:
La bolsa, cerca de los mínimos.
Durante los mínimos de enero pudo formarse un suelo. Tras aquel crash bursátil, que se convirtió en portada de todos los periódicos, ya nadie duda de que estamos en crisis y de que estamos en una crisis grave. Paradójicamente, o tal vez por eso mismo, desde entonces la bolsa ha estado cotizando por encima de ese mínimo. Tras todos estos meses, como refleja la gráfica del S&P 500, los índices han deshecho la subida y han retrocedido hasta una zona cercana a aquel mínimo. Que ese mínimo (que aún aguanta) demuestre ser o no el bueno, parece depender ahora del tipo de recesión al que el mercado entienda que nos encontramos abocados: en V, en W, o en U. Al igual que el mercado, esperamos nuevos datos.